Ya se ha convertido en una modalidad recurrente: las estafas telefónicas tienen por objetivo a las personas mayores para sacarles dinero.  Así es el caso de Silvia, una sanlorencina de 82 años que entregó más de 200 mil pesos a un desconocido creyendo que era un contador enviado por su sobrina.

Silvia G. recibió una llamada en el mediodía del pasado jueves donde una voz de mujer le decía que era su sobrina nieta preguntándole cuánto dinero tenía para cambiar. Inocentemente, la abuela le responde que tenía 210 mil pesos. La supuesta sobrina nieta le dice que va a ir a su  casa el contador del Banco Macro, Pablo López, que anote el número de interno (532) y que le entregue el dinero.

Según siguió el relato de la abuela en la denuncia policial, una vez que la mujer terminó de hablar, dejó descolgado el teléfono y al pasar 10 minutos se acercó a la puerta de su casa y vio en la vereda a quien venía a buscar el dinero diciendo que era el contador: vestía una camisa color celeste también llevaba pantalón de vestir color gris, oscuro y zapatos negros alrededor de 50 años. Silvia le entrega el dinero y el hombre se va.

El viernes, la abuela llamó a su sobrina Valentina de  24 años, le informó lo que había sucedido preguntándole cuándo le iba a traer la plata, descubriendo que había sido estafada.