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Reflexiones en tiempos de pandemia: Síntomas de aprendizaje escolar

Por María Gabriela Cruz Prof. en Psicopedagogía y Psicopedagoga y Nora Porteiro Psicóloga

Como hiciéramos referencia en el articulo “Miremos y escuchemos al niño en tiempos de coronavirus”, el síntoma de aprendizaje es una manifestación de un conflicto que emerge en un sujeto limitando sus reales posibilidades en la apropiación de los “objetos de conocimiento”; este sujeto algo no puede lograr, no es apropósito ni por falta de voluntad, no pasa por un no querer sino por un no poder. Dicha conducta se entrama dentro de una red de vínculos (escolares y familiares) adquiriendo allí su verdadero significado.

Son algunas de estas conceptualizaciones las que definen nuestra modalidad terapéutica basada en tres grandes pilares: escuela – niño – familia, los que desde su incuestionable aporte jerarquizan esta categoría de ayuda.

En estos inciertos tiempos transcurridos, en el marco de una pandemia que sobre eleva una integridad de emociones encontradas, a la vez que supera todo tipo de entendimiento racional, nuestra temática no resulta ajena a dicho escenario y desde el mismo se imponen nuevos cuestionamientos.

Una primera reflexión se relaciona con la invisibilización de situaciones sintomáticas que comúnmente aparecían en la escuela. Éstas eran advertidas por los docentes, para luego ser trasmitidas a los padres. Hoy ello resulta imposible ante el nuevo fenómeno ocurrido: la domestización de la escuela.

Destacamos aquí, puntualmente, el momento de la tarea como epicentro trascendental en que los niños y adolescentes muestran conductas impregnadas de cierta negatividad, desesperanza, frustración y otras. Inmersos nuestros protagonistas en tales circunstancias, podría ocurrir que: cumplan con las actividades requeridas, cubriendo así las expectativas de sus adultos más cercanos (padres y docentes) o bien las  eviten como una muestra de defensa inconsciente ante su sentir de no poder.  En algunos, en donde quizás priman altos niveles de exigencia y ante la imposibilidad de los menores por ser concretadas, podrían ser los mayores quienes terminen por resolverlas.

Otro elemento inherente que surge de lo previamente expresado, es el valor que adquiere el peso de las palabras que los adultos trasmiten dentro de su seno íntimo a sus hijos/as, por cuanto en reiteradas oportunidades lo hacen con términos o rótulos que podrían dejar huellas o marcas en su futuro.  A modo de ejemplo citamos: “¿Podes prestar atención? No vez que las cosas así no te salen” “Últimamente ni los dibujos haces bien… ¿A quién saliste tan desprolijo?”. Como consecuencia, estos comportamientos se van naturalizando, se van instalando como hábitos, los cuales no se piensan, se actúan automáticamente sin advertir lo que provocan en el otro.

Ponemos de relieve aquí el acompañamiento permanente, el esfuerzo y la gran sobrecarga que significa la traspolación de la escuela al hogar.

Seguidamente haremos un apartado especial (siempre dentro del marco de esta pandemia) referido a dos momentos cruciales que transitan niños y adolescentes en su paso por la escolaridad, tales son el ingreso a primer grado y al nivel medio.

En estos pasajes expresados, se viven tiempos de grandes desafíos y oportunidades en los que cambios bio-psicosociales se patentizan en experiencias únicas, acompañadas por sensaciones tales como: temores, ansiedades e inseguridades. Como consecuencia de este nuevo paradigma de enseñanza – aprendizaje, la imagen del docente aparece desdibujada con una sensación de nostalgia y añoranza, quedando en suspenso toda posibilidad de transcurrir esas vivencias maravillosas que hacen memoria en los sujetos aprendices. Es decir, se esfumaros las explicaciones frente al pizarrón y los abrazos entre pares por class room y emoticones virtuales.

Es nuestro deseo que con el paso del tiempo los actores principales de esta historia transiten con alegría sus pasillos y aulas. Ya que ese regreso estará teñido de nuevas fortalezas, miradas atentas, comprensivas y más abiertas,  enalteciendo los roles de padres y docentes, que día a día brindan desde lo mas profundo de su SER, eso que son y que dan de manera incondicional.   

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