Trabajadores de Fábrica Militar plantearon con urgencia la reincorporación de todas y todos los despedidos durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri. También expresaron la necesidad de llevar a delante una política de fabricación militar con un rol productivo y de prestigio en la industria nacional. En una coyuntura compleja, exigieron la renuncia del Comité Directivo de Sociedad del Estado y el desembolso de $131.000 que la oficina anti corrupción intimó a Fernando Esperanza (Gerente de Recursos Humanos) a depositar por vacaciones que no le corresponden.

La Asamblea realizada frente al torreón de Fábrica, contó con la presencia de Lorena Almirón, Secretaria General de Ate Rosario, Juan Pablo Pozzi, Secretario Gremial, Javier Leone, vocal y Fernando Peyrano, Secretario Adjunto y trabajador del sector, quien manifestó “la necesidad de comenzar a discutir cómo se lleva a cabo la reactivación de la producción, la incorporación de los despedidos, que podrá ser a medida que surja mayor demanda. Hay que debatir cuál sera el rol de los trabajadores en la reactivación, cómo se llevará adelante la discusión en el convenio colectivo sectorial, en caso que siga la Sociedad del Estado. También cuál será la figura jurídica del personal permanente para que se sienta parte y pilar fundamental en esta reactivación”

Vale recordar, que el sector sufrió en los cuatro años de macrismo un vaciamiento que implicó el despido de 105 trabajadores sólo en Fray Luis Beltrán y el cierre de Fanazul donde se perdieron 220 puestos laborales. A eso se sumaron las cesantías de 160 personas en Sede Central, 78 en Villa María, 16 de Jachal, y 95 en Río Tercero. Desde la Junta Interna de Ate en Fabricaciones Militares, sostuvieron que deben tener una sola posición: la de reincorporar a todas y todos los que han sufrido a lo largo de estos años el más bajo destrato y poder llevar adelante la política de fabricaciones militares desde el rol de los trabajadores  y las trabajadoras.