Elizabeth Becerra fue imputada ayer por el fiscal Aquiles Balbis por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. La mujer quedó detenida el pasado 29 de octubre por la Policía de Investigaciones en el marco de una investigación por el crimen de Antonio Gerardo Hereñú de 38 años, ocurrida el 1° de septiembre de este año en Dorrego al 300 de Capitán Bermúdez.
Allí encontraron en una vivienda en la Bajada del Espinillo cocaína, una máquina de billetes, dinero en efectivo y municiones y detuvo a la mujer dueña del lugar.
El Fiscal Balbis acusó ayer a Elizabeth Segunda Becerra de 23 años, de haber tenido en el interior de la propiedad que habita, situada en la bajada El Espinillo en la localidad de Capitán Bermúdez (finca ubicada en el lateral Este, con fachada al Oeste, edificación de ladrillo cerámico color naranja y perímetro delimitado por tejido), 21 envoltorios de nylon negro que contenían un total de 7,1 gramos de cocaína, un envoltorio compacto recubierto con cinta de embalar que contenía 827 gramos, una bolsa de nylon transparente con 85 gramos de cocaína, otra bolsa de nylon transparente con 97 gramos de cocaína; además de una máquina digital de contar billetes marca Dhaiatsu con display digital, una suma total de $24.340, 49 municiones de calibre .380, una carpeta negra de tres anillos con anotaciones varias, un cuaderno de tapa dura azul, un cuaderno anillado de tapa verde, un acta notarial de manifestación de concubinato entre Elizabeth Segunda Becerra y Damián Tito Aguirre, y tres teléfonos celulares: un iPhone blanco, un Samsung blanco con pantalla astillada, y un Samsung verde metalizado.
El juez Carlos Gazza, otorgó la prisión preventiva de Becerra hasta el 25 de febrero de 2025.
¿Quién es la pareja de Elizabeth?
No pasa desapercibido a la investigación, el hallazgo de un acta notarial de manifestación de concubinato entre Elizabeth Segunda Becerra y Damián Tito Aguirre de fecha 9 de octubre de este año.
Damián “Tito” Aguirre, está preso y condenado a 11 años de prisión como autor del crimen de Sergio Almirón, un hombre baleado con al menos tres disparos el 6 de abril de 2020 en el barrio ubicado detrás de la planta de Celulosa Argentina en Capitán Bermúdez. De acuerdo con la imputación del fiscal Carlos Ortigoza, esa tarde a las 16.15 Aguirre interceptó a Almirón en la calle conocida como bajada Electroclor del barrio El Espinillo, le gritó, lo increpó, discutieron y luego le efectuó al menos tres disparos con un arma calibre 9 milímetros. Uno de esos tiros impactó en el abdomen de la víctima.
Almirón, de 25 años y originario de la zona noroeste de Rosario, fue ingresado en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Tras una cirugía, fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde falleció el 8 de abril. Presentaba una herida de bala con orificio de entrada en la espalda y de salida en el abdomen.
En su vivienda, Aguirre tenía tres escopetas calibre 16, un cartucho calibre .380 intacto, una pistola Bersa de 9 milímetros con diez cartuchos, otra pistola de 9 milímetros sin marca, y balas de distintos calibres. Además, en un automóvil Citroën C4 se halló material estupefaciente, incluyendo balanzas de precisión y tres envoltorios que contenían cocaína.
Aguirre fue acusado en una audiencia imputativa como autor del homicidio de Almirón. A pesar de que la Fiscalía solicitó la prisión preventiva correspondiente, el juez Juan José Tutau le concedió la libertad con restricciones. Sin embargo, en menos de dos semanas fue arrestado nuevamente tras un robo a mano armada en Capitán Bermúdez, donde dos motociclistas escaparon hacia el barrio El Espinillo perseguidos por la policía.
Los agentes lograron interceptarlos en Riccheri y Bajada Espinillo. Según el reporte policial, Aguirre corrió hacia el oeste y, a unos cien metros de distancia, desechó una ametralladora FMK3 junto con un cargador y municiones. Fue detenido a pocos metros después. Además, se le encontró en posesión de dos cargadores de pistola de calibre 9 milímetros con municiones.
En un acuerdo abreviado entre las partes, Aguirre fue condenado no solo por el homicidio, sino también por violar las medidas de aislamiento preventivo impuestas por la pandemia, que en ese momento incluían una cuarentena estricta. Además, se le imputó la tenencia de armas de guerra y de uso civil en su domicilio, así como la portación de la ametralladora, considerada un arma de guerra. El funcionario le achacó haber tenido en su casa, ubicada en el mismo asentamiento precario dónde se produjo el crimen el 11 de abril: una pistola 9 milímetros sin marca y ni numeración visible 12 cartuchos y uno en la recámara y dos escopeta de un caño calibre 16 milímetros.
Aguirre fue condenado a 11 años mediante un acuerdo abreviado entre la Fiscalía y la Defensa, homologado por el juez Eugenio Romanini en febrero de 2021.
A Aguirre se lo relaciona con el narcomenudeo en la zona de Capitán Bermúdez y el abuso de armas para quitar del medio a la competencia. Con “Tito” preso, su concubina siguió con la comercialización de estupefacientes en la zona del Espinillo, de la vecina localidad.
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