Un sereno de buque evitó que tripulantes de un barco arrojaran residuos líquidos contaminantes al Río Paraná

El sereno de buque que se encontraba a bordo del “Michalis Sam”, de bandera Maltesa, que se encontraba en operación de carga en el muelle de la compañía ADM, en Puerto General San Martín, el pasado 5 de diciembre, intervino cuando los tripulantes extranjeros, se predisponían a realizar volcamiento a aguas del río Paraná de sustancias presuntamente de “slop”.

El “slop” en los buques ultramarinos, son residuos líquidos consistente en desechos de material hidrocarburífero, altamente lesivos para el medioambiente y en el particular a las aguas del río Paraná, hábita natural de flora y fauna, como también fuente originaria del agua que se consume en los domicilios en la ciudad de Rosario y toda su área metropolitana.

El sereno de buque de ultramar, que se encontraba en servicio, al tomar conocimiento de tal situación, como axuliar de la autoridad marítima, puso en conocimiento de lo que estaba sucediendo a la Prefectura Naval, la que tuvo intervención sobre el hecho y realizó tareas prevencionales y de rigor.

El contexto del irregular acontecimiento, se dió porque el buque estaba excedido en la carga y conforme a la determinante, que es la medición técnica diaria que realiza la Prefectura, en cuanto a la relación de la carga del buque y la altura del río Paraná, para determinar el calado y condiciones de navegabilidad de la embarcación ultramarina que zarpa con destino al océano.

El muelle ubicado en la ciudad de Puerto General San Martín, es parte del Complejo Portuario San Lorenzo, que resulta ser el nodo portuario más importante del país y siempre, de disputa los primeros lugares mundiales, en la puja con los puertos de Nuevo Orleans en Estados Unidos.

El sereno del buque, impidió que pudieran acceder a bordo, cierto personal que se había hecho presente en el puerto para poder ingresar con una bomba especial, con el fin de arrojar dicho material a las aguas del río Paraná.

Es dable destacar, que la población de la región, se sirve del agua potabilizada extraída originariamente del río de Paraná, lo que hace tomar real dimensión de la gravedad y magnitud del hecho.

No es la primera vez que un sereno de buque, denuncia una cuestión de gravedad en los puertos, tiempo atrás, se logró que por intervención de uno de ellos, se desbaratara un importante cargamento de mercadería clandestina, ante un presunto hecho de contrabando, en otra de las terminales portuarias del Complejo San Lorenzo.

El control, la seguridad y protección portuaria, es medular, máxime en todos los puertos comprendidos en la Hidrovía Paraná-Paraguay, en tiempos actuales, donde la mayor preocupación del sector se dá ante versiones que sindicarían la desregulación del sereno de buque, como axuliar de la autoridad marítima.

Este año, han arribado a toda la región portuaria, cerca de cuatro mil buques ultramarinos provenientes de distintas partes del mundo, con tripulación extranjera que viene a realizar cargas de mercaderías pactadas dentro del comercio internacional.

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