El proyecto es recuperar la infraestructura para la producción de combustible de aviación sostenible (SAF), pero se analizan los aspectos técnicos y el costo de las obras.
YPF cuenta con una refinería de petróleo en San Lorenzo, que tiene una capacidad de procesamiento de aproximadamente 37,600 barriles diarios, aunque está inactiva desde 2018 debido al concurso de acreedores de su anterior propietario, Oil Combustibles. La preocupación por el pasivo ambiental que representa esta infraestructura, junto con el interés de la provincia por aumentar su producción de biocombustibles, ha llevado al gobierno de Maximiliano Pullaro y a la empresa dirigida por Horacio Marín a considerar la reconversión de la planta en un centro de producción de combustible de aviación sostenible (SAF).
En el contexto de este proceso, la refinería fue readquirida en el marco de la quiebra, tanto por YPF como por Destilería Argentina de Petróleo (Dapsa), que recientemente firmó un acuerdo con YPF para el suministro de combustibles durante los próximos cinco años, por un valor de aproximadamente 1,130 millones de dólares. La planta, construida en 1938 ubicada en San Lorenzo, incluye una destilería, planta de despacho de combustible, un parque de tanques, una planta de asfalto y un amplio puerto conectado a la Hidrovía Paraná-Paraguay, lo que la convierte en un activo atractivo.
Sin embargo, fuentes de la industria indican que, debido al estado de la planta tras la gestión de Oil Combustibles, es casi imposible recuperarla para el procesamiento de petróleo sin realizar una gran inversión, lo que no es viable en este momento. Por lo tanto, se están buscando alternativas que requieran menos infraestructura, como los biocombustibles, para lograr una recuperación parcial.
Desde 2018, todas las unidades de la refinería están inactivas, y no hay planes de inversión por parte de YPF para reanudar su operación, lo que genera preocupación en la administración provincial y en la empresa respecto al pasivo ambiental asociado. La inactividad de la planta no elimina los riesgos ambientales y los costos de mantenimiento y vigilancia de la infraestructura son significativos.
Durante las primeras reuniones, se destacó la necesidad de realizar evaluaciones ambientales exhaustivas para identificar y gestionar cualquier pasivo ambiental presente, así como implementar medidas correctivas. Un proyecto reciente del diputado provincial Joaquín Blanco se ha hecho eco de los contactos entre la provincia y YPF, proponiendo declarar de “interés provincial” el desarrollo y uso de biocombustibles a partir de fuentes renovables para aplicaciones terrestres, navales y aéreas.
El proyecto también sugiere crear un Régimen Promocional Provincial para la investigación y producción de “aceite vegetal hidrotratado” y sus materias primas. Además, faculta al Poder Ejecutivo a gestionar con YPF la reactivación de la Refinería San Lorenzo para el tratamiento de biocombustibles, resaltando el valor estratégico de esta acción para la creación de empleo y el impulso de la economía local.
Como parte de este proceso, se busca analizar alternativas para la adquisición de la refinería, incluida la posibilidad de compensar deudas que el Estado Nacional tiene con Santa Fe. Este año, Santa Fe, junto con Córdoba, Santiago del Estero, Jujuy, Tucumán, Salta y Entre Ríos, formalizó la Liga Bioenergética, creada en 2018, para desarrollar una estrategia nacional sobre biocombustibles y promover políticas públicas que integren la bioenergía en la matriz energética nacional.
Los biocombustibles, provenientes de fuentes sostenibles como aceites vegetales y grasas animales, han empezado a ganar terreno en la industria de la aviación a través del biojet, una opción que busca reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, si la aviación fuera un país, ocuparía el octavo lugar entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero a nivel global, representando el 2% del total de emisiones humanas.
Cin información de Mejor Energía
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