Chula, la nueva perrita que acompaña a los chicos en el Sanatorio de Niños de Rosario

La institución rosarina incorporó a una compañera canina a su programa de Terapia Asistida con Animales. Con su llegada, los pacientes pediátricos encuentran ternura, alivio y compañía durante la internación.

El Sanatorio de Niños de Rosario anunció la incorporación de una nueva protagonista en su innovador programa de Terapia Asistida con Animales: se trata de “Chula”, una perrita adoptada especialmente para acompañar a los niños durante su internación.

La iniciativa marca una nueva etapa en un proyecto que comenzó el año pasado, cuando se autorizó el ingreso de mascotas de los propios pacientes en situaciones especiales, con protocolos diseñados por profesionales y supervisión veterinaria. Ahora, con la llegada de Chula, la experiencia dio un salto cualitativo: ya no se trata solo de visitas, sino de una presencia cotidiana que recorre pasillos, genera vínculos y despierta sonrisas.

El nombre “Chula” fue elegido mediante una votación abierta en salas de espera, áreas de internación y redes sociales, en la que participaron pacientes, familias y la comunidad. Desde entonces, la perrita acompaña momentos sensibles, ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y se convierte en un estímulo para el juego, la comunicación y la empatía.

El director del Sanatorio de Niños, el pediatra Aníbal Krivoy, explicó el origen de esta propuesta: “Advertimos claramente la demanda. Fuimos testigos de niños con patologías crónicas, como oncológicas u otras que requieren internaciones prolongadas, que pedían ser visitados por su animal de compañía”.

En ese sentido, recordó un caso conmovedor: “Un niño en cuidados paliativos, cuyo único deseo antes del desenlace, era estar con su perro. Esa experiencia nos impulsó a buscar los mecanismos para que estos encuentros fueran posibles”.

Además de su aporte emocional, la incorporación de Chula transmite un mensaje de adopción responsable, reforzando el vínculo entre salud, empatía y cuidado animal. Hoy, Chula ya no es solo “la perrita del sanatorio”: es parte del equipo de salud, la guardiana de los pasillos y la amiga de quienes atraviesan tratamientos difíciles.

Con esta propuesta, el Sanatorio de Niños reafirma su compromiso con una medicina más humana, integral y sensible, donde la salud también se mide en gestos de ternura.

(Con información de La Capital)

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