Aumenta 37,5% la entrega de raciones de comida en San Lorenzo: crece la demanda entre jubilados

En un año, la Cocina Centralizada Municipal pasó de entregar 1.600 a 2.200 raciones diarias. El incremento, que equivale a 600 comidas más por día, refleja el deterioro del poder adquisitivo de los jubilados, quienes se incorporaron como un nuevo sector demandante de asistencia alimentaria.


La situación social en San Lorenzo quedó expuesta en los números de la Cocina Centralizada Municipal, que en el último año incrementó un 37,5% la entrega de raciones de comida, al pasar de 1.600 a 2.200 diarias. El dato, correspondiente al período septiembre 2024 – septiembre 2025, describe un panorama económico preocupante: la aparición de jubilados como nuevos beneficiarios de un sistema de asistencia que antes atendía principalmente a familias de bajos recursos.

La secretaria de Desarrollo Social, Laura Vera, señaló que el crecimiento de la demanda se explica “básicamente por la incorporación de adultos mayores que cobran la jubilación mínima y no logran cubrir sus necesidades básicas”. La falta de poder adquisitivo, agravada por la suba de precios y la caída sostenida de los ingresos reales, empujó a muchos jubilados a acudir por primera vez a los comedores municipales.

La renovada Cocina Centralizada de Municipalidad, cuenta ahora con instalaciones más modernas y funcionales. Desde allí se elaboran y distribuyen alimentos para los cinco comedores municipales ubicados en los barrios Norte, Capitán Bermúdez, Rivadavia, Mitre y José Hernández, además de los hogares de ancianos de la ciudad.

Una de las raciones de comida que se sirven en la Cocina Centralizada

Según fuentes oficiales, los barrios José Hernández, Norte y Mitre concentran el mayor número de raciones entregadas, reflejando también la desigual distribución del impacto social de la crisis.

Pese al freno inflacionario y la recesión económica, las jubilaciones mínimas continúan perdiendo poder adquisitivo. En septiembre, el haber mínimo se ubicó en $326.298, y $396.298 con bono, cifras que resultan insuficientes frente al costo de vida.

La tendencia, lejos de revertirse, profundiza un proceso de deterioro que se viene registrando desde hace más de una década. Hoy, más de la mitad de los jubilados argentinos vive al borde de la pobreza, y en San Lorenzo, esa realidad se hace visible a través de un indicador simple pero contundente: cada vez más adultos mayores hacen fila para recibir un plato de comida caliente.

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