Una extraña luminaria, cuyos efectos sobre el ganado desconcertaron a los pobladores de la localidad de Candioti, en el departamento La Capital, ha llevado a que las autoridades cataloguen la investigación como un asunto de seguridad nacional, archivando el expediente bajo la clasificación de “reservado”.

Los hechos, que tuvieron lugar la noche del 14 de agosto, comenzaron con reportes de vecinos alarmados por la presencia de una esfera luminosa, de tono blanco con intermitencias violáceas, suspendida a baja altura sobre un campo. La situación escaló rápidamente cuando el custodio de un establecimiento ganadero alertó a la policía sobre un comportamiento inusual y agitado en los animales.

Según relata el parte oficial, el agente que acudió al lugar fue testigo de una escena fuera de lo común: el ganado vacuno realizaba movimientos circulares alrededor del resplandor, como si estuviera en un estado de trance, mientras los caballos corrían de manera descontrolada, chocando contra los cercos. El fenómeno, que no produjo sonido alguno, cesó de forma tan abrupta como comenzó cuando la luz se extinguió, momento en el que los animales recuperaron la calma de inmediato.

Personal de la comisaría 22 de la localidad fue comisionado por un llamado del presidente comunal, quien daba cuenta de que en la zona de la Cooperativa de reciclaje habría personas sospechosas. Arribados al lugar, los uniformados no encuentran anomalías.

Seguidamente, mientras recorren el camino de la ruta 82 S en dirección cardinal este, un productor rural los detiene y les expresa que estaría verificando que las vacas y caballos estarían con un comportamiento no natural, por lo que solicita colaboración para verificar.

Una vez en el sector noreste del campo, donde estaban los animales, se pudo observar que un grupo de vacunos caminaba en círculo alrededor de una luz incandescente blanca con violeta, de forma esférica, estática a centímetros del suelo, y los equinos desbocados corrían de manera errante. Luego de unos minutos, la luz se desvanece, y los animales vuelven a la normalidad y comienzan a regresar al establo, arribados por el baqueano.

Lo que en un principio se manejó como un informe policial de rutina, tomó un giro inesperado cuando una investigadora de fenómenos aéreos no identificados solicitó el acceso a la documentación. La respuesta del gobierno provincial fue contundente: la información fue denegada, amparándose en leyes de seguridad pública y nacional.

Esta decisión ha transformado un episodio local de misterio en un caso con estatus oficial de secreto, generando más interrogantes que respuestas. Mientras el dossier permanece bajo custodia, en Candioti solo persiste el relato oral de aquella noche en que una luz silenciosa alteró el ritmo de la vida rural y desencadenó una respuesta sin precedentes por parte del Estado.