El uso de teléfonos inteligentes a edades tempranas está vinculado a un mayor riesgo de obesidad y depresión infantil, según un estudio reciente publicado en la revista Pediatrics. La investigación, que analizó a más de 10.000 adolescentes, revela que la edad a la que un niño recibe su primer celular puede afectar significativamente su salud física y mental.

Riesgos de obesidad y depresión infantil por uso temprano de celulares

Los investigadores observaron que recibir un teléfono antes de los 12 años se asocia con mayor probabilidad de depresión, falta de sueño y obesidad. Incluso, aquellos que obtienen un dispositivo durante el año siguiente presentan riesgos similares en comparación con quienes aún no lo tienen.

Estudios previos confirman que cuanto menor es la edad de exposición a los celulares, más desfavorables son los indicadores de salud mental en la adolescencia y adultez temprana.

Los investigadores observaron que recibir un teléfono antes de los 12 años se asocia con mayor probabilidad de depresión, falta de sueño y obesidad. Incluso, aquellos que obtienen un dispositivo durante el año siguiente presentan riesgos similares en comparación con quienes aún no lo tienen.

Estudios previos confirman que cuanto menor es la edad de exposición a los celulares, más desfavorables son los indicadores de salud mental en la adolescencia y adultez temprana.

Situación en Argentina

En nuestro país, según Unicef y Unesco, muchos niños reciben su primer celular antes de los 10 años, y cerca del 80% usa redes sociales diariamente. Entre las consecuencias más frecuentes se encuentra la falta de sueño, en especial por la práctica llamada vamping, que consiste en permanecer despierto hasta altas horas de la noche utilizando dispositivos electrónicos.

Consecuencias físicas y mentales

El uso temprano de celulares puede provocar:

• Alteraciones de la personalidad y mayor irritabilidad
• Problemas de atención y concentración
• Fatiga visual y dolores musculares o de cabeza
• Reducción de la capacidad del sistema inmune
• Nomofobia, el miedo irracional a estar sin el celular

Estos efectos impactan directamente en la vida diaria de los niños, afectando descanso, aprendizaje y salud física.

Recomendaciones para padres

Los especialistas aconsejan:

• Establecer reglas familiares claras antes de entregar un celular
• Limitar su uso en dormitorios, durante comidas y tareas escolares
• Configurar privacidad y contenido seguro
• Fomentar tiempo libre sin pantallas y actividad física diaria

Un enfoque equilibrado

Si bien los celulares pueden ser útiles para comunicación, aprendizaje y seguridad, se recomienda un uso supervisado que considere la madurez del niño y los posibles efectos en su bienestar físico y mental.