Una familia de San Lorenzo expuso una serie de hechos de vandalismo que comenzaron a fines de 2024 y se intensificaron durante 2025. Aseguran que los ataques son protagonizados por menores de edad y que no se trata de un caso aislado en la zona.

Vecinos del barrio Combate, en la ciudad de San Lorenzo, denunciaron una preocupante seguidilla de hechos de vandalimso contra viviendas particulares, con una escalada de violencia que fue en aumento con el correr de los meses y que genera temor por las posibles consecuencias para las personas.

Según relataron, los ataques comenzaron a fines de 2024 con golpes y patadas contra el frente de una propiedad, en distintos días y horarios. Con el paso del tiempo, las agresiones se intensificaron: primero con el arrojo de huevos, luego con piedras de gran tamaño —de aproximadamente 15 centímetros de espesor— y, más recientemente, con botellas de vidrio que estallaban contra el portón de la vivienda.

Como consecuencia de estos hechos, el portón resultó severamente dañado y desalineado, lo que provocó fallas en el sistema de rieles y el posterior desperfecto del motor, que terminó quemándose. La situación alcanzó un punto crítico cuando, el mismo día en que estaba por nacer la hija de la familia, el mal funcionamiento del portón generó serias complicaciones para salir de urgencia hacia el hospital e iniciar el trabajo de parto.

Ante la reiteración de los ataques, los damnificados decidieron instalar cámaras de seguridad. A partir de las imágenes y de testimonios aportados por otros vecinos, lograron identificar que los hechos serían cometidos por un grupo de menores de edad que se movilizan en bicicletas y que, según describen, toman estas acciones como una forma de “diversión”.

“Somos gente de trabajo, vecinos del barrio de toda la vida, sin conflictos ni problemas. Nunca estuvimos involucrados en nada ilegal y tenemos principios muy claros”, expresaron, al tiempo que remarcaron que no se trata de un episodio aislado, ya que otros frentistas del barrio estarían sufriendo situaciones similares.

Los vecinos manifestaron su profunda preocupación por la posibilidad de que ocurra una tragedia mayor. “Arrojan piedras sin medir consecuencias, sin pensar en los daños materiales o en que pueden herir gravemente a alguien”, advirtieron.

Por ese motivo, pidieron visibilizar lo ocurrido con el objetivo de que la situación llegue a conocimiento de los padres o tutores responsables de los menores involucrados y se pueda frenar de raíz esta cadena de hechos vandálicos antes de que el escenario derive en consecuencias irreparables.

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