La actividad económica en noviembre volvió a mostrar señales de debilidad y registró una caída generalizada en la mayoría de los sectores productivos. Así lo reflejó un informe privado que advirtió sobre un escenario adverso para la industria, el consumo, la construcción y el agro, con pocos rubros logrando sostener una dinámica positiva.

De acuerdo con el relevamiento, el retroceso estuvo marcado por el impacto del nuevo esquema macroeconómico, que modificó los motores tradicionales del crecimiento. Las dificultades se evidenciaron tanto en el mercado interno como en el frente externo, en un contexto de menor demanda y ajustes fiscales.

La actividad económica cayó en noviembre

El Índice Líder de Actividad (ILA) mostró una baja del 0,7% durante noviembre. Entre los sectores más afectados se ubicaron la industria manufacturera y las actividades vinculadas al consumo. Las ventas de autos al mercado interno retrocedieron 9,1%, mientras que los patentamientos de vehículos cayeron 4% y los de motos descendieron 6,7%.

También se registraron retrocesos en indicadores clave del frente fiscal y comercial. Las importaciones de bienes disminuyeron 6,9%, la recaudación del IVA cayó 7,6% y los ingresos a la seguridad social se redujeron 1,2%, reflejando el enfriamiento de la demanda interna.

Construcción, agro e industria, entre los más afectados

El sector de la construcción presentó bajas significativas. El Índice Construya descendió 7,9% y el consumo de cemento cayó 3,7%. En el complejo agroindustrial, se observaron menores niveles de actividad en la molienda de oleaginosas, la producción de aceites y harinas, junto con una caída en la faena bovina.

La industria manufacturera también acusó el impacto del contexto contractivo, con retrocesos tanto en la comparación mensual como interanual. A esto se sumó un desempeño negativo en la intermediación financiera y en la administración pública.

Sectores con señales positivas tras la caída de la actividad económica

Las excepciones al panorama negativo fueron limitadas. La confianza del consumidor mostró una suba del 8,8%, las exportaciones de bienes crecieron 12% y la producción de gas aumentó 1,6%. Sin embargo, estos avances resultaron insuficientes para revertir la tendencia descendente de la actividad económica en noviembre.

Algunos sectores lograron mejoras puntuales, como la construcción en determinados segmentos, el comercio y la explotación de minas y canteras. No obstante, el peso de las contracciones en los rubros de mayor incidencia impidió una recuperación más amplia.

Un cierre de año con señales de alerta económica

El análisis interanual indicó una suba moderada de la actividad, aunque concentrada en pocos componentes. La mayor parte del crecimiento se explicó por impuestos netos de subsidios y por la intermediación financiera, mientras que sectores como la industria, la administración pública y los servicios ligados al turismo mostraron retrocesos.

El informe concluyó que la actividad económica en noviembre reflejó una marcada heterogeneidad sectorial y un debilitamiento del consumo interno. De cara a los próximos meses, la evolución dependerá del comportamiento de la inversión, las exportaciones y la estabilidad del escenario macroeconómico.