“Hay una mujer de 83 años que no pudo defenderse como una persona joven y con el cráneo arruinado”

“A Elvira la mataron para poder robar tranquilos”, aseveró el fiscal Juan Carlos Ledesma ante el Juez Juan Carlos Gazza. Enfrente estaban siendo imputados dos hombres “Chivita” y “Cogote”, (aunque ellos negaron tener apodos), por la violenta muerte de Elvira Danelón, la mujer de 83 años, asesinada en su vivienda de Roberto Ferrari al 200 en Capitán Bermúdez el pasado 2 de noviembre.

Juan Ramón Saucedo alias “Chivita” y Daniel Verón “Cogote” decidieron no declarar frente al juez. Pero ante la requisitoria de los datos personales, se supo que ambos viven juntos en una vivienda de barrio Copello de calle Bahía Blanca y 27 de febrero y que “Cogote” de 41 años, nunca tuvo documento y tiene dos hijos.  Además, tiene un ano contra natura, y debe usar una bolsa de colostomía. Su apodo, se debe a que tiene un cuello corto, casi pegado a sus hombros.  “Chivita” tiene 26 años, es alto, usa una barba larga de cabello oscuro y es delgado.

Estas características físicas fueron claves para la aprehensión de ambos; más de media decena de vecinos de calle Roberto Ferrari al 200 vieron a Chivita y Cogote merodear cerca de las 17.30 h y 17.45 h de ese sábado 2 de noviembre esa  cuadra y pasar frente a la casa de la víctima. Las cámaras de seguridad de un comercio los registran intentando abrir los picaportes de las puertas e incluso una vecina relató ante la policía, que “cogote” le pidió dinero, se levantó la remera mostrando su ano contra natura, y la bolsa de colostomía, y le dijo “tengo que vivir con esto”.

A una vecina, que vive enfrente de la casa de la víctima, le llamó la atención que Elvira no saliera como todos los días cerca de las 18 h, 18.30 h a pasear al perro. La había visto ese día a las 14.30 h cuando sacó la basura y después no volvió a verla.

Fue Beatriz, la hija de Elvira quien la encontró muerta al otro día cuando fue a verla por la mañana del domingo y se encontró con toda una escena desgarradora. Su mamá estaba con su rostro desfigurado, su cabeza hundida y hasta pisoteada. Estaba todo revuelto en la habitación de la mujer y faltaba un televisor. “La mataron para buscar tranquilos lo que querían” aseveró el fiscal. La mujer murió por un traumatismo grave encéfalo craneal.

El fiscal Ledesma señaló que de acuerdo a los testigos que ubican a estas dos personas entre las 17.30 y 17.45 en la cuadra de Elvira y luego a las 19 h en la misma zona, la muerte de la octogenaria puede haberse producido entre las 18 h y 18 .30 h, pero aún restan los informes de la autopsia y de las huellas que se tomaron en la vivienda de la víctima. La particularidad que describió el fiscal, es que “cogote” se había cambiado de ropa y llevaba una camisa gris a cuadros. Sobre esta nueva prenda, una hija de Elvira asegura reconocer que esa camisa, podría ser una que su padre (fallecido) tenía y que su mamá guardaba en un cajón. Ledesma secuestró la ropa que usaban ese día y observó que había manchas rojizas que podrían ser de sangre. Eso será corroborado o descartado por los análisis que se están realizando.

También se secuestraron las zapatillas de ambos, porque hay una huella puntual que tiene una forma de “panal” de abejas, como lo describió el fiscal, que coincidiría con el calzado de uno de ellos. Esa marca quedó en el piso de una de las habitaciones y fue descubierta por personal de criminalística y de la Policía de Investigaciones.

El juez Carlos Gazza aceptó la imputación del fiscal hacia Verón y Saucedo por el delito homicidio criminis causae y dictó prisión preventiva sin plazo para ambos. Minutos antes, le dio la posibilidad (estipulada por ley) de que pueda hablar algún familiar directo de la víctima, y tomó la palabra su hija Beatriz: “Estoy de acuerdo con lo que dijo el fiscal, a mi madre  la mataron para llevarse un televisor yo quiero que se haga justicia porque yo la encontré y yo vi todo”, expresó entre lágrimas.

“Hay circunstancias graves que tener en cuenta, hay una mujer de 83 años que no se puede defenderse como una persona joven con el cráneo arruinado, tenía traumatismo cráneo-facial grave”, expresó el juez Carlos Gazza.

 

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