Un carcarañense en Cabo Cañaveral

El domingo, 30 de agosto, fue lanzado al espacio desde Cabo Cañaveral el satélite SAOCOM 1B de la empresa INVAP. Orgullo para la Argentina pero especialmente para nuestra región ya que en el equipo que viajo al estado de Florida (Estados Unidos), representando a la gerencia de la empresa, estuvo el Ingeniero Nuclear Guillermo Benito, hijo de Carcarañá.

Benito es actualmente Gerente de Proyectos Espaciales de INVAP y hace ya más de tres décadas que está radicado en Bariloche donde la compañía despliega la gran mayoría de sus complejos proyectos.

El lanzamiento del SAOCOM 1B fue reprogramado en dos oportunidades debido al tema de la pandemia, su primera fecha de lanzamiento se había previsto para el 30 de marzo. Debido al COVID-19 hubo que rearmarse, adaptarse a nuevos protocolos internacionales y sujetarse a los tiempos de logística del complejo de lanzamiento.

El SAOCOM 1B  completa la constelación de satélites uniéndose al SAOCOM 1A que fue lanzado en octubre de 2018. Son satélites de observación de la tierra mediante radares de apertura sintética en una banda muy particular que permite generar información que es muy escasa dentro de los instrumentos de observación de la tierra que existen, solo estos dos y otro de una agencia espacial japonesa pueden generar datos en banda ‘L’.

El SAOCOM  viene a ofrecer una mirada nueva a la tierra, ya que los testimonios obtenidos permiten trabajar sobre gestiones de prevención y precisión, las funciones son diversas con características muy específicas. Algunos ejemplos: el seguimiento de barcos, la medición de húmeda de suelos que permite ver la saturación de cuencas para prevenir inundaciones, aporta datos para el mejoramiento de la gestión del agro, terremotos, incendios, glaciares, volcanes, crecimiento demográfico, entre otros.

Los desarrollos básicos de este proyecto comenzaron a fines de la década de los 90’, tomando fuerza en el 2011, interviniendo 80 empresas de base tecnológica en el diseño y construcción de estos satélites y en el pico de trabajo se llegó a tener 1000 personas involucradas en el armado de ambos satélites y más de 3 millones de horas de trabajo, en su gran mayoría profesionales, investigadores y técnicos argentinos.

Como lo narra el Ing. Benito, prevista inicialmente por 25 días, distintos factores fueron extendiendo la campaña en EEUU, dos meses llevó alcanzar finalmente la oportunidad de lanzamiento del satélite argentino.

Sin dudas ha sido una experiencia inolvidable para ellos y para sus familias, cuyo apoyo a la distancia  seguramente ha sido fundamental.

De regreso, a su arribo a la Argentina, los ingenieros debieron realizar la correspondiente cuarentena y continuaron trabajando desde su casa, acompañando cada uno de los pasos del satélite.

Un equipo extraordinario que cumplió exitosamente una misión y con ello trajo orgullo a todo un país  y especialmente a una ciudad, Carcarañá.

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