Este jueves se realizaron los alegatos de cierre en la causa de abuso sexual agravado donde está imputado Enrique Ricardo Pochón, de 45 años, oriundo de Capitán Bermúdez, contra su hija durante 13 años. La fiscalía y la defensa dieron sus discursos ante el tribunal compuesto por los Dres. Griselda Strólogo, Eugenio Romanini y Alberto Jesús Rizzardi, quien estuvo vía zoom por encontrarse aislado.

Antes de que el fiscal Juan Carlos Ledesma comenzara, el imputado solicitó tener la palabra y declaró ante los jueces contraponiendo lo declarado por su hija el primer día del juicio oral y su relato se basó en desacreditar el relato de su hija quien declaró el primer día del juicio.

“La única vez que pasó fue en noviembre 2018. La relación fue consentida y cuando ella me cuenta del embarazo a la tardecita, se ofrece a ayudarme mientras yo estaba haciendo una reparación del baño y cuando estábamos haciendo una reparación en la ducha ella rompe y sufre un golpe en el ojo. Al otro día se encuentra un derrame y mi esposa la lleva al Sanatorio Parque, y al día siguiente la encuentro muy nerviosa y ahí me cuenta y me dice papi si se entera de lo que paso yo me mato, armó ella una historia para decirle a mami, y me la pasa el whatsapp y me ayuda a corregirla. Al día siguiente se va con la mamá a Rosario y me dice que no se animaba a contarle y me preguntó si me animaba a decirle”, relató el acusado.

Señaló además que la mamá habló con su hija y le contó, y que a la tarde fueron al shopping y ahí me cuentan del embarazo, y al día siguiente la vi a mi hija muy nerviosa, le pregunto si le quiere decir la verdad, a lo que ella le respondió que no quería que se supiera la verdad.
Pochón agregó que nunca abusó ni golpeó ni amenazó a su hija, como también desacreditó el relato de la víctima sobre que era una persona controladora y celosa. Mientras el imputado hablaba al tribunal, la joven se tapaba los oídos y lloraba hasta que tuvo que salir de la sala porque no soportó seguir escuchando la declaración.

También contó que durante la secundaria, la joven iba y venía en un remisse con su hermano, hasta que concurre a otro turno y que, como salía muy tarde él la empezó a buscar a la salida porque su hija le dijo que tenía temor y que un día la habían seguido. Lo mismo expresó cuando durante el último año su hija salía más tarde de un curso que realizaba en una empresa.

El acusado intentó demostrar que como siempre tuvo varios trabajos, no estaba todo el día en su casa para contrarrestar el relato de su hija que mencionó que los abusos a partir de sus 11 años eran cada vez más frecuentes. Y contó, además que dormían todos sus hijos en la habitación matrimonial porque era la única que tenía aire acondicionado.

Entre lágrimas, se mostró como un hombre angustiado mientras desde la sala de audiencia, se encontraban familiares de la joven que descreían de su relato de padre preocupado. El acusado aseguró que su hija si tenía amigos y que festejó sus 15 años con ellos.

La sentencia será el martes 13 a las 8.45 horas. El fiscal Ledesma solicitó la pena de 30 años de prisión para Pochón, y la defensa la absolución en las causas de abuso sexual y de lesiones leves, argumentando que hay dudas razonables sobre cómo ocurrieron los hechos.