Así lo reveló un estudio conjunto del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Ministerio de Salud bonaerense, el Instituto Leloir, el Conicet y la Universidad Nacional de La Plata. Esta “respuesta humoral” fue observada con más frecuencia en menores de 60 años (96%).
Una sola dosis de la vacuna Sputnik V genera anticuerpos específicos contra el virus SARS-CoV-2 en el 94% de los vacunados a los 21 días de haber recibido la primera dosis y en el 100% de los inmunizados con las dos dosis, según un estudio conjunto del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Ministerio de Salud bonaerense, el Instituto Leloir, el Conicet y la Universidad Nacional de La Plata.
El primer informe del estudio “Empleo de la vacuna Sputnik V en Argentina: Evaluación de respuesta humoral frente a la vacunación” analizó la evolución del nivel de anticuerpos en 288 individuos vacunados, a los cuales se les tomó muestras de plasma previo a la vacunación, a los 21 días de aplicarse la primera dosis y a los 21 días de la segunda dosis.
Además, señaló que la tasa de producción de respuesta con una sola dosis es mayor entre los menores de 60 años que entre los mayores de esa edad (96% contra 89%, respectivamente).
Las mediciones se realizaron a partir de 288 individuos vacunados, a quienes se les tomaron muestras de plasma previo a la vacunación, a los 21 días de aplicarse la primera dosis y a los 21 días de haberse aplicado la segunda dosis.
La jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora superior del Conicet Andrea Gamarnik, que lidera este estudio, explicó a Télam que “estos resultados son muy optimistas, muy alentadores en relación con la vacuna”.
“La vacuna Sputnik V induce una respuesta humoral contra la proteína Spike de SARS-CoV-2 en el 100% de los individuos analizados en esta cohorte 21 después de la segunda dosis”
“De este estudio es posible extraer dos conclusiones principales: que las personas con previa exposición al virus no se verían beneficiadas con una segunda dosis y, en relación a la población general, que hay una respuesta inmunológica tan amplia con una sola dosis que es posible espaciar una segunda dosis para lograr una mayor cantidad de gente protegida en un cierto nivel”, dijo.
No obstante, aclaró que ambas dosis no son intercambiables porque “esta vacuna es diferente en sus dos dosis”, pero “podrían concentrarse en adquirir mayor cantidad de primeras dosis y proteger así la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible” con la protección que ya ofrece la primera.
Recientes trabajos con las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna han mostrado que la respuesta humoral (anticuerpos) luego de una dosis en personas con exposición previa al virus es de tal magnitud que sería posible no aplicar una segunda dosis.
De hecho, países como Francia y España adoptaron esa política en ciertas franjas etarias para optimizar recursos.
Las recomendaciones hablan de un mínimo de 21 días entre una y otra dosis de Sputnik V, pero “no hay estudios de cuál sería el espaciamiento ideal”, no siendo un problema “espaciarlo dos o tres meses en cuanto a cómo reacciona el cuerpo, señaló.
“Al aplicar una segunda dosis después de meses, se produce una reactivación del sistema inmune que va a recordar la presencia de la primera dosis porque las células de memoria inmunológica permanecen por mucho tiempo, por lo cual no sería un problema”, explicó.
La científica agregó que el objetivo a largo plazo de esta investigación más amplia, que difunde estos primeros resultados, es “estudiar no sólo la vacuna Sputnik V sino todas las que se van a usar en el país” para determinar “cuál es la respuesta de anticuerpos frente a la aplicación de una o dos dosis” de la vacuna del Laboratorio Gamaleya, pero también de las de Sinopharm, AstraZéneca y otras.
“El proyecto va a hacer seguimientos en función del tiempo, pero además estudiará cómo protegen las vacunas frente a las distintas variantes del virus que están surgiendo y van a seguir surgiendo, porque este virus muta y evoluciona muy fácilmente”, dijo.
El proyecto “tendrá impacto internacional” porque hasta la fecha no se han reportado estudios sobre la respuesta inmunológica asociada a una sola dosis de esta vacuna, la primera recibida en Argentina que cuenta con informes sobre la eficacia y seguridad en estudios clínicos de Fase 3 y que ya se ha aplicado como primera dosis a 2.732.631 argentinos y argentinas.
“Este trabajo es el primero de esta magnitud con la vacuna Sputnik V que se enfoca en características muy particulares: no solo mide anticuerpos sino que los cuantifica con el estándar de la OMS, y además mide anticuerpos neutralizantes que protegen contra la infección”, dijo Gamarnik sobre esta investigación, que próximamente será publicada en una revista científica.
Tras la aplicación de la primera dosis de Sputnik V, la respuesta inmune contra SARS-CoV-2 en el grupo con previa infección mostró una media geométrica de título de anticuerpos de 9850, un valor elevado que refleja cuántas veces se puede diluir el anticuerpo y aún detectar su actividad. El otro grupo, sin previa infección, mostró un valor medio de 244.
Tras la segunda dosis, la cantidad de anticuerpos en el grupo sin previa infección saltó de 244 a 2150, mientras que en el grupo con previa exposición a SARS-CoV-2 no se observaron diferencias significativas en los anticuerpos después de una o dos dosis.
Si la vacuna genera anticuerpos de ese nivel, la siguiente pregunta es “cuántos anticuerpos tiene que desarrollar una persona para obtener protección frente a la infección”, si son suficientes los que se producen con la primera dosis “pero esa pregunta no tiene respuesta aún”.
“No hay un valor definido de anticuerpos para obtener protección a la infección, sí se sabe que la vacuna, por los estudios hechos en el centro Gamaleya protege contra formas graves de infección en un 100%, pero no cuánto protege contra la asintomática o leve”, dijo Gamarnik.
No obstante, el estudio incorpora como herramienta “novedosa” un “estándar internacional diseñado por la OMS que permite cuantificar anticuerpos con la misma regla en todos los laboratorios” que permitirá comparar resultados con “otros laboratorios que usan otras tecnologías o metodologías” para determinar “cuáles son los niveles de anticuerpos con los que uno ve protección”, pero también comparar “entre vacunas”, para poder decir -por ejemplo- “tal vacuna produce tres veces más de anticuerpos que la otra”.
“Cuánto necesitas para estar protegido, todavía no lo sabemos. Pero sí (sabemos) que si una persona que recibe una dosis tiene un nivel de anticuerpos en una etapa inicial no muy alto, si se infecta es muy probable que esté parcialmente protegida porque su cuerpo ya generó células del sistema inmune, que son de memoria y que al recibir al virus en forma natural, va a reaccionar rápidamente con una respuesta inmune y va a dar cierto grado de protección”, dijo.
El estudio continuará por medio de la evaluación de muestras que se obtendrán después de 4 y 6 meses de haberse aplicado la primera dosis para “para ver cuánto duran los anticuerpos después de haberse administrado la vacuna”.
Télam
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