Recordaron a José Polenta a 46 años de su asesinato

En la tarde noche de ayer se realizó una actividad en la EEMPA Nº 1128, “Juana Azurduy” a 45 años de la noche de los lápices y en proximidades a cumplirse 46 años del asesinato de José Polenta.

La jornada fue organizada por Amsafé y la institución educativa donde el antropólogo Juan Nóbile y el Espacio por la Verdad, Memoria y Justicia del Cordón Industrial brindaron una charla a los y las estudiantes. Posteriormente se inauguró la primera baldosa en homenaje a José Polenta quien fue alumno del establecimiento.


Dela actividad, participaron su esposa, hijo, familiares, amigos y miembros del sindicato petroquímico Soepu, al cual pertenecía; y por Amsafé Marta Graf y Juan P. Bustamante de la secretaría de Derechos Humanos, Adriana Monteverde, secretaria adjunta Provincial y Ricardo Fernández, delegado seccional de San Lorenzo.
El gremio petroquímico SOEPU emitió un emotivo comunicado recordándolo en redes:

” Asesinado el 21/09/1975 por el Ejército en retén militar frente a Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán en la madrugada del 21 de septiembre de 1975, al pasar frente a la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, fuerzas del ejército balearon el automóvil en que viajaba el petroquímico José Alberto Polenta, terminando con su vida. José era trabajador de la empresa PASA petroquímica. Su sindicato (SOEPU) se manifestó con una solicitada, titulada Una Nueva Víctima de la Represión: José Alberto Polenta, expresando: “En horas de la madrugada del 21 de septiembre, dos parejas jóvenes regresaban a sus hogares después de haber participado de una reunión familiar.

Al pasar por la Ruta 11, frente a la Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán, fuerzas del ejército balearon el automóvil en que viajaban terminando con la vida del compañero Petroquímico José Alberto Polenta. Con sus 24 años, deja detrás de si una limpia trayectoria de trabajador honesto, un montón de vida por andar, una señora embarazada de ocho meses, un inmenso dolor entre sus familiares y una tremenda bronca entre sus compañeros que vemos como con impotencia cómo se asesina impunemente al pueblo.

José se movilizó junto a miles de trabajadores en las jornadas de julio luchando en defensa del salario que significaba el bienestar de su familia. Le pudo haber tocado entonces. Le pudo haber tocado a algún dirigente. Pero le tocó a él. ¿Qué se dirá de este asesinato?¿Qué dirán los asesinos? Fue un lamentable accidente. No acató la voz de alto. Estas, o parecidas, serán las expresiones de la fuerzas represivas. ¿Qué dirá la Empresa donde José trabajaba?¿Acaso callará con su silencio…? El silencio de otras veces?¿Qué decimos nosotros?:Los trabajadores petroquímicos decimos que José ha sido muerto producto de la violencia del sistema que se manifiesta esta vez en la prepotencia y alevosía de quienes dan órdenes de tirar a matar para después preguntar, estos son los ‘custodios del orden y la paz’. En la brutalidad perpetrada contra este compañero repudiamos la violencia absurda y la represión desatada a lo largo y a lo ancho del país, estén sus autores uniformados como en este caso, encapuchados como los que secuestraron y asesinaron recientemente a tres vecinalistas, con caras descubiertas como los que intentaron amedrentar a un compañero de Sulfacid y su familia, o emboscados en las sombras como los que volaron la Casa del Maestro en Rosario. Ante todos estos hechos decidimos paralizar nuestras actividades desde las 18 hs. del día 21 hasta las 24 hs. Del 22 del corriente y movilizarnos convocando a los trabajadores, a las organizaciones gremiales hermanas y a la CGT, a los partidos y organizaciones políticas y al pueblo en general, a sumarse a nuestro repudio y a oponerse firmemente a esta barbarie generalizada contra la clase obrera y el pueblo.” Asamblea de Fábrica de Trabajadores Petroquímicos –

22 de Septiembre de 1975.”(*)A LA MUERTE INÚTIL DE UN OBRERO A José Polenta ¡Qué elegía pretendes que te cante domingo de septiembre! Cuando un obrero cae entre su sangre abierto en cuatro luces para siempre. Por no obedecer la voz de ¡alto! de un centinela que apostado al frente, mojaba sus manos con estrellas rotas y hundía sus labios con sabor a muerte. Caricatura de otro tiempo más dichoso, donde el hombre era motivo de su gente, valioso arsenal de sueños blancos, fiel engranaje de una máquina celeste. Si pierdo un amigo y pierdo un hombre, petroquímico albañil de mano y mente ,¡Que elegía pretendes que te cante domingo de septiembre! Septiembre 1975″.

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