En los últimos 20 días once bebés, cinco de ellos en Rosario, y tres en San Lorenzo, debieron ser separados de sus madres en la provincia para preservar su integridad física. En más de la mitad de los casos en la sangre de los pequeños se encontró cocaína, lo que dio la pauta de que las mamás consumían estupefacientes “mientras amamantaban.
Hay otras situaciones en las que se actuó por malos tratos (uno de los bebés hace más de un mes que está en terapia intensiva en el Vilela a raíz de los golpes recibidos) y en otros porque la progenitora expresó su voluntad de entregarlos en adopción tras cursar un embarazo producto, en su mayoría, de una situación de trata.
El aluvión de casos fue tal que la Secretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia debió lanzar una convocatoria de emergencia a familias solidarias que albergaran a estos pequeños, ya que las que estaban inscriptas resultaron insuficientes.
Según confirmó la titular del área, Patricia Chialvo, la situación “es inédita” y los equipos interdisciplinarios tuvieron que actuar “porque había un claro riesgo de vida” para los bebés, todos con menos de 40 días.
De los once casos, cinco se registraron en Rosario, tres en San Lorenzo y tres en la capital de la provincia.
“En más de la mitad de las situaciones lo que se detectó fue un consumo problemático de sustancias, por lo que se los separó de las progenitoras para iniciar un plan de acción que busca preservar la integridad física de los bebés y la rehabilitación de las madres”, explicó la funcionaria.
Fuente: La Capital
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