Mónica es la mamá de Carlos, un joven de 27 años que se peléo con su tío y terminó siendo víctima de abuso policial cuando lo dejaron alojado en la comisaría 5ª de Puerto General San Martín.

Los hechos no forman parte de ningún acta policial, porque Mónica dice que ni siquiera lo ficharon, pero Carlos, terminó en el hospital Granaderos a Caballo luego de pasar la noche en la comisaría de Puerto San Martí, luego de que lo golpearan brutalmente un grupo de policías el pasado lunes cerca de las 21.00 horas.

La mujer contó que a raíz de un problema familiar que ocurrió en casa de su hermano y de una discusión entre su hijo y su tío, éste llamó a la policía y lo llevaron en el móvil policial hasta la seccional. Mónica lo acompañó y él estaba bien, pero pasó la madrugada en la comisaría y allí lo desfiguraron: «sé en el estado en que dejé a mi hijo, y me fui porque me dijeron que no podía estar ahí. No tenía golpes y a las 6 de la mañana cuando me voy a trabajar, veo a alguien caminando perdido pero en la oscuridad no le vi la cara, pero a las 8:30 de la mañana vino a contarme que le salía sangre por los ojos, que no podía mover el cuerpo y que iba a llamar a la ambulancia».

Fue así que a Carlos lo trasladaron al hospital de San Lorenzo, tenía dislocado el omóplato, le desfiguraron el rostro » cuando nos retiramos, le abren la puerta de la celda, bajo las órdenes del subcomisario y le empiezan a pegar y le dicen que tiene que pelear mano a mano con todos los policías. Eran entre cuatro o cinco, más el subcomisario que estaba en la puerta y se reía de la situación, le hicieron sacar un buzo gris que tenía puesto, le hicieron limpiar el calabozo y después se lo hicieron poner y lo largaron sin ficharlo».

La mujer y su hijo, radicaron la denuncia en Fiscalía, y la causa quedó a cargo del fiscal Leandro Lucente