Adopción adolescente: Nata, un chico de 14 años de Rosario que pidió ser adoptado

Quiere una familia: la historia de Nata, el adolescente de Rosario que pidió ser adoptado

La adopción adolescente volvió al centro de la escena tras el video de Nata, un chico de 14 años que vive en un hogar de Rosario y que, con palabras simples y una honestidad conmovedora, expresó su mayor deseo: tener una familia. Su mensaje se viralizó en redes sociales y reabrió un debate profundo sobre las infancias institucionalizadas y las demoras del sistema de adopción.

El video dura menos de dos minutos. Sin embargo, alcanza para dejar una huella. Nata mira a cámara sin artificios. Habla despacio. Cuenta quién es. Dice lo que le gusta. Y pide algo que debería ser básico. “Quiero tener un papá y una mamá”, expresa, con una claridad que desarma.

La grabación fue difundida por el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA) de Santa Fe y cuenta con autorización judicial. Detrás del mensaje hay un pedido genuino y urgente. No es un gesto improvisado ni una exposición sin resguardo. Es la voz de un adolescente que decidió hablar.

Nata vive desde hace más de un año en un hogar del centro rosarino. Asiste a la escuela secundaria. Reconoce que le cuesta. Aun así, insiste. Va todos los días. Sabe que estudiar puede cambiar su futuro. También hace natación dos veces por semana. Dice que el deporte lo calma. Que lo ayuda a respirar.

Su historia personal está atravesada por la violencia. Sus padres están privados de la libertad. Su infancia no fue sencilla. Él mismo lo cuenta sin entrar en detalles innecesarios. Habla de gritos. De maltratos. De situaciones que dejaron marcas. A los 12 años, su mamá lo llevó a Tribunales para darlo en adopción. No era lo que quería. Nunca lo fue.

Adopción adolescente: un pedido que interpela

En el hogar donde vive no le falta nada material. Tiene comida, ropa y un techo. Pero no es suficiente. Nata lo dice con claridad. Lo que busca no se compra. Quiere sentirse cuidado. Acompañado. Quiere pertenecer.

En redes sociales, su historia generó una ola de reacciones. Mensajes de apoyo. De bronca. De impotencia. Muchas personas expresaron deseos de adoptarlo. Otras señalaron las trabas burocráticas. El impacto fue inmediato. La respuesta institucional, no tanto.

Nata sigue esperando. Mantiene su rutina. Sale con amigos. Entrena. Va a terapia. Sueña. Sueña con una familia que tenga tiempo. Que lo escuche. Que lo acompañe. Sueña con una habitación propia. Con un espacio que sienta suyo.

El Juzgado de Familia N.º 3 de Rosario y el RUAGA Santa Fe mantienen abierta la convocatoria pública para su adopción. Las personas interesadas pueden comunicarse por mail indicando el número de convocatoria vigente.

A veces, una familia no empieza con grandes gestos. Empieza con escuchar. Con mirar. Con animarse a dar un paso. Nata ya dio el suyo.

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