Alberto Perassi:”Digan dónde está Paula y váyanse a casa”

Sin quitarle la vista a Roxana Michl, el padre de Paula Perassi, desaparecida el 18 de septiembre de 2011 volvió a pedirle a la mujer, como hizo en 2020 que le diga qué hizo con el cuerpo de su hija.

Alberto Perassi y Alicia Ostri, los papás de Paula Perassi escuchan el debate jurídico que ya lleva más de dos horas en tribunales. Alberto está cansado, otra vez sentado en un tribunal, como tantas veces hizo en San Lorenzo y en Rosario. Como aquella vez que le pidió una audiencia al juez (jubilado) Eduardo Filocco para saber el estado de la causa de su hija desaparecida y que éste le respondió que “era una loquita que ella iba a volver”. Un derrotero de años caminando los pasillos de los tribunales pidiendo el cuerpo de su hija. Esta audiencia no fue la excepción.

Luego de agotadas las exposiciones de la defensa, y del bloque acusatorio, Alberto pidió hablarle al juez Eugenio Romanini. Lo corrigió porque el magistrado le dijo Doctor: “No, yo no soy doctor, tengo hasta sexto grado nada más”.

Las palabras de Alberto Perassi, fueron coherentes a lo que viene planteando ante distintos magistrados en distintas instancias penales. ´La necesidad de encontrar el cuerpo de su hija, de poder llevarle una flor a su tumba y de que sus nietos, hijos de Paula puedan tener respuestas sobre lo que le ocurrió a su mamá aquella noche del 18 de septiembre de 2011, cuando salió de su casa con lo puesto, sin más accesorios que su cartera y desapareció sin dejar rastros.

“Soy Alberto Rodolfo Perassi, el papá de Paula Perassi, desaparecida el 18 de septiembre de 2011, desde ahí hasta aquí he venido luchando durante diez años y ya casi cinco meses junto a mi esposa y toda la sociedad que me acompaña. Como dije tengo hasta sexto grado y no entiendo lo que se habla acá, pero si entiendo muy fácil lo que pasó. Pasó que Paula está desaparecida, que no se sabe dónde está, no se sabe que pasó y acá escucho que piden la libertad de Roxana Michl y yo siempre trabajé y estuve en esto, no para meter preso a nadie sino para encontrar los huesos de mi hija, porque necesito desde hace diez años los huesos de mi hija para poder llevarle una flor y ponerla en el lugar que se merece y para decirle a mis nietos donde está su madre”, expresó conmovido Perassi.

Y continúo: “Esta señora viene a pedir hoy que quiere irse a su casa, y estoy de acuerdo de que se vaya, pero que me diga qué pasó con Paula, porque ella lo sabe exactamente, es lo único que buscamos nuestra familia, sus hijos y toda la sociedad, necesitamos saber que pasó, no puede ser que en una ciudad como esta haya pasado lo que pasó y se sostenga en diez años y cinco meses. Entonces si esta señora pide la libertad y no dio ningún dato, será que no es culpable, pero entonces por qué los jueces la dieron como culpable”.

El planteo de Alberto se fundamenta en que los jueces de la Cámara de Apelaciones revocaron parcialmente en noviembre de 2019 la resolución en juicio oral que absolvió a los nueve imputados y que condenó a Gabriel Strumia a 17 años de prisión y a Roxana Michl a siete. Luego la Cámara Penal ratificó esas condenas el 30 de diciembre de 2020 bajando a seis años y seis meses la pena a Michl.

En otro pasaje de su alocución, Alberto le recordó al juez los obstáculos que tuvo en la justicia sanlorencina desde el inicio de la búsqueda de Paula y todas las situaciones que atravesó donde fue blanco de represalias, y que ocurrieron cuando comenzó a reclamar por su hija, a denunciar la complicidad policial, y a poner nombre y apellido de las personas que estaban detrás de la desaparición de su hija.

“Mientras la causa estuvo en San Lorenzo me robaron cuatro veces, y fueron cuatro causas que se cayeron, me rompieron los vidrios del taller, era una amedrentación continua para que parara. Para mi eso era apagar fuego con nafta, porque lo que hice fue buscar los restos de mi hija, como podría haberle pasado a usted o a cualquiera de la sociedad. Tengo fuerzas porque me llevaron una hija, porque tengo dos nietos de 17 años y 13 que están esperando a su madre. Yo me voy a morir, pero mientras tenga sangre en las venas, voy a seguir luchando y cuando yo me vaya los abogados van a seguir, y van a seguir mis nietos; cuando cumplan los 18 van a salir conmigo si sigo viviendo”, agregó.

“Le pido a la señora Roxana, que ni siquiera una lágrima se le ha caído por esto, que por lo menos ya que hicieron lo que hicieron con Paula, ¿ por qué no la tiraron al rio? En cinco días el cuerpo estaría flotando y hoy las cosas estarían diferentes y yo podría llevar a un lugar a Paula donde se lo merece, donde se le puede llevar una flor y aquí estamos peleando por si soltamos o no soltamos. No me interesa, no me interesan los presos, me interesan los huesos de Paula, necesito saber donde está y que pasó, nadie me entiende. Que digan donde esta Paula y váyanse a casa”, señaló.

También aseguró que la denuncia por falso testimonio a Nicolas Strumia, hijo del matrimonio, que denunciaron los abogados de la querella el año pasado, “no se va a caer ” como las cuatro denuncias anteriores que realizó Alberto cuando fue robado, amenazado y sufrió daños en su taller. El hijo de Roxana Michl y Gabriel Strumia atestiguó en juicio oral que sus padres estaban ese 18 de septiembre a la hora de la desaparición de Paula en el patio de la casa colocando unas columnas. Acompañaron el testimonio con un video donde se los veía a ambos en la vivienda de Puerto General San Martín. Esa filmación para la querella es “trucha”, falsificada y llevada al debate cinco años después, cuando la defensa tuvo en sus manos la llave para que quedaran en libertad en los comienzos de la investigación.

La denuncia por falso testimonio hace más de un año que está paralizada en la fiscalía sanlorencina sin ningún tipo de medidas adoptadas para investigar .

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