La cerealera china COFCO, que antes se llamaba Dreyfus, enviará desde el puerto de Timbúes, en el Gran Rosario, y desde Bahía Blanca, en total 107.000 toneladas de trigo,

En un hecho comercial de alto impacto, Argentina iniciará la próxima semana el histórico envío de trigo a la República Popular China, materializando un acceso largamente esperado. La operación se realizará desde dos frentes: el puerto de Timbúes, en el corazón agroindustrial santafesino, y el puerto de Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

De acuerdo a información confirmada, el primer despacho, ya en proceso de carga, corresponde a un cargamento de 65.000 toneladas que zarpará desde las terminales de Timbúes. Esta operación está a cargo de la multinacional de origen chino Cofco, quien tiene una fuerte presencia en el país. Representantes de la firma destacaron que esta operación inicial sienta una base fundamental para fortalecer el flujo comercial bilateral.

Paralelamente, desde el complejo portuario de Bahía Blanca, está programado un segundo embarque para el 23 de diciembre a bordo del buque Anastasia K. Según los programas de carga, este buque transportará aproximadamente 22.000 toneladas del cereal, en una operación gestionada por la empresa Cargill. Esta noticia se suma a un embarque adicional de 20.000 toneladas (buque Obsession) que también se prepara en Bahía Blanca para partir el 12 de diciembre, totalizando así los primeros 107.000 toneladas destinadas al mercado asiático.

Este avance decisivo tiene su origen en un cambio regulatorio clave. En enero de 2024, la Administración General de Aduanas de China (GACC) incorporó a empresas argentinas en su sistema de registro cuarentenario, otorgando la habilitación sanitaria imprescindible para ingresar trigo al país. Hasta ese momento, Argentina, a pesar de ser un gigante exportador, no podía competir en un mercado que tradicionalmente ha sido abastecido por potencias como Australia y Canadá.

La apertura del mercado chino representa una oportunidad estratégica de primer orden. China se posiciona como el tercer mayor importador mundial de trigo, con compras que rondan los 10 millones de toneladas anuales. El ingreso a este destino no solo diversifica la cartera de compradores de Argentina, sino que también agrega un destino de escala y solvencia en un contexto de cosecha récord y volúmenes disponibles muy altos.

El sector triguero local observa con enorme expectativa este hito. La combinación de una campaña con altos volúmenes, precios competitivos y ahora un mercado nuevo de dimensiones colosales, dibuja un escenario prometedor para los próximos años. La clave, señalan los actores de la cadena, será consolidar este primer paso en un flujo comercial sostenido y previsible.

Con estos primeros buques en camino, Argentina no solo está exportando granos; está exportando confianza y abriendo una puerta que podría transformar de manera estructural el perfil exportador de uno de sus principales commodities.