Asaltaron a un estudiante de la Escuela n° 325 en la plaza 9 de julio de Capitán Bermúdez

Un hombre encapuchado atacó a Tomás brutalmente, le quitó el celular que necesita para controlar su nivel de glicemia y tras amenazarlo con un arma lo golpeó en la cabeza.

Minutos antes de las 7 de la mañana, un delincuente atacó brutalmente a un joven de 16 años en la plaza 9 de Julio, en Capitán Bermúdez, despojándolo de su celular, un dispositivo esencial para medir su nivel de glucemia, ya que el chico es diabético. El incidente ocurrió a poca distancia de la Escuela 325, justo antes de que comenzaran a llegar los estudiantes.

El adolescente había estado celebrando el “último primer día” (UPD) en Ibarlucea y se dirigía a casa de un compañero cuando fue abordado por un hombre encapuchado y con una chaqueta oscura. El agresor le propinó un fuerte golpe en la cabeza y, a pesar de las súplicas del joven, quien le pidió que no le quitara el celular debido a su condición, el delincuente lo amenazó con un arma y le robó el dispositivo. Tras la agresión, el joven intentó perseguir al ladrón, pero se desmayó por la pérdida de sangre.

Un vecino acudió en su ayuda y contactó a los servicios de emergencia. Como resultado de la salvaje golpiza, el adolescente sufrió una fractura en el tabique nasal que requerirá cirugía.

En una declaración a Canal 5 de Rosario, el joven relató la experiencia aterradora: “Sentí un golpe y caí al piso. En ese momento, me di cuenta de que era un robo”.

Durante el ataque, el ladrón lo amenazó diciendo: “Quédate quieto o te pongo un tiro”. A pesar del miedo que sintió, no pudo reaccionar de inmediato. Mientras yacía en el suelo, recibió varios golpes antes de que el delincuente le sustrajera su celular, un iPhone 13, que el joven utilizaba también para medir su insulina.

Al intentar levantarse, se dio cuenta de que estaba sangrando y que su pantalón estaba empapado de sangre. Afortunadamente, vecinos de la zona acudieron en su ayuda, brindándole apoyo y pidiéndole que se mantuviera tranquilo.

“Estoy triste, dolido, me duele la cara. Me da bronca la inseguridad de no poder caminar una cuadra sin estar atento”, expresó el joven, quien nunca antes había sido víctima de un robo. Aunque se mostró aliviado de que su situación no fuera más grave, lamentó la falta de seguridad en las calles: “Es feo pensar que no puedes caminar tranquilo”.

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