Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por ser coautores del crimen. Los tres acusados restantes recibieron penas como partícipes secundarios.
Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi recibieron la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por homicidio premeditación y alevosía en concurso real con lesiones leves.
Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios del mismo delito.
Juan Guarino y T.C, el llamado “rugbier número 11″, menor de edad al momento del hecho, enfrentarán expedientes por falso testimonio tal como pidieron los fiscales acusadores luego de oír sus relatos en el juicio.
Tras la decisión de los magistrados María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, el proceso llega a su fin, luego de trece audiencias y 87 testigos, a 3 años y 17 días del hecho.
La lectura tuvo que ser interrumpida luego de los anuncios y la sala fue evacuada. Rosalía Zárate, la madre de Thomsen, pidió un médico luego de que el condenado se descompensara. “Déjenme estar con él”, gritó, en referencia a su hijo. “Saquen a todos los periodistas la puta que lo parió. No me importa más nada”. Así, también fue puesta en pausa la transmisión por Youtube, que llegó a 95 mil usuarios.
Luego, la audiencia fue reanudada sin Thomsen, para los últimos detalles.
Así termina un caso paradigmático, un hecho que identificó a la sociedad y que se volvió el expediente más seguido por el público general desde el femicidio de Ángeles Rawson en 2014. La síntesis más lúcida al respecto, de por qué este caso atrapó la atención general, fue realizada por el juez David Mancinelli, el encargado de enviar a prisión a los rugbiers, bajo cuya firma estuvo la instrucción de la causa, a cargo de la fiscal Verónica Zamboni e inicialmente el fiscal Walter Mércuri.
Mancinelli aseguró a Infobae:
“Las bondades de Fernando captaron la atención de la sociedad. Era un hijo cariñoso, un compañero leal, un novio fiel, comprometido con tareas sociales. Silvino y Graciela criaron a un ser humano hermoso. No fue el justo el final que tuvo, no merecía ese martirio. Y la gente vio en Fernando a sus hijos, a sus hermanos. La sociedad ya no tolera la violencia, la prepotencia. Fernando fue abrazado como un símbolo de paz”.
En todo caso, el equipo de defensores de los acusados ya tiene redactada su apelación que presentará en Casación. El destino de los acusados en la cárcel podrá comenzar a dividirse, tras estar encerrados tres años en pabellones exclusivos para ellos, estipulan fuentes penitenciarias. Podrán ser separados y enviados incluso lejos de sus familias, de acuerdo a los pedidos de cupo que haga la Justicia.
Infobae
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