Laureano Flores, de 21 años, recibió un disparo en el pecho cuando salía de su casa para ir a trabajar. Está en terapia intensiva. La familia exige justicia y una respuesta urgente de las autoridades.

Un nuevo hecho de violencia sacude a Granadero Baigorria. En la noche del jueves, dos jóvenes fueron atacados a balazos desde una moto mientras se encontraban en la vía pública, en inmediaciones de las calles Independencia y 3 de Febrero. Uno de ellos, Laureano Flores, de 21 años, permanece internado en estado crítico en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Eva Perón.

La víctima, identificada como Laureano Flores, fue alcanzada por un disparo en el pecho cuando se disponía a salir en su vehículo para realizar trabajos como barbero, su segunda fuente laboral. También recibió un impacto en la pierna. Su acompañante, Ignacio G., de 23 años, sufrió una herida en el tórax. Ambos fueron trasladados por el SIES, pero el estado de Laureano es el más grave.

La familia del joven emitió un comunicado que rápidamente comenzó a circular en redes sociales, en el que relatan quién es Laureano y denuncian con fuerza el contexto de violencia estructural que atraviesa el barrio San Fernando, donde vive la víctima.

“Laureano Flores tiene 21 años. Nació y vive en Granadero Baigorria, en un barrio de trabajadores. Es técnico mecánico, egresado de la Escuela Industrial de Capitán Bermúdez. Trabaja en la fábrica La Virginia y también como barbero. Está construyendo su casa. Es un pibe sano, lleno de sueños”, comienza el texto difundido por la familia.

Y agrega con crudeza:

“Anoche, por las calles de su barrio, Laureano recibió un disparo en el pecho. Sin aviso. Sin razón. Esto no es un caso aislado. Es la realidad cotidiana de muchos barrios obreros, donde la vida no vale nada”.

La carta familiar exige con firmeza que el hecho no quede impune:

“El pueblo de San Fernando tiene que decir ¡BASTA! Basta de tiroteos, basta de muertes, basta de vivir con miedo. ¡Exigimos una respuesta inmediata de las autoridades!”

En la escena del ataque, los peritos forenses secuestraron cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros, que serán enviadas a peritar. La investigación está a cargo del fiscal Alejandro Ferlazzo, quien intenta dar con los autores del hecho.

Mientras tanto, Laureano continúa internado, peleando por su vida, acompañado por su familia y un enorme círculo de afectos que reclama justicia.