El aumento de la carne se hizo notar en las últimas semanas con una suba del 15%, impulsado por la menor oferta de hacienda y una demanda externa en crecimiento. Los especialistas del sector anticipan que estos valores seguirán en alza y que no habrá retrocesos, afectando el bolsillo de los consumidores hacia fin de año.

Firmeza del mercado y aumento de la carne

Desde hace semanas, los precios mayoristas se mantuvieron sólidos, incluso con jornadas de faena importantes. Esta estabilidad se refleja en los mostradores, donde las ventas continúan sin caídas significativas. La dinámica combina inflación, estacionalidad y un consumo que se adapta a la pérdida de poder adquisitivo.

Pese a los aumentos, las carnicerías no registran caídas de ventas considerables. Los consumidores ajustan sus compras según el precio, optando por cortes más económicos o picados que resultan más accesibles. Los incrementos ya se reflejan en los mostradores sin afectar significativamente la demanda.

Oferta limitada y estacionalidad

El stock de hacienda todavía no logra cubrir la demanda y la presión externa incrementa la escasez. Se anticipa que en los próximos meses podría registrarse un nuevo aumento, y que el consumidor seguirá acompañando estas subas.

Los cortes destinados a puchero muestran aumentos menores, mientras que los traseros, demandados para milanesas, parrilla y churrascos, registran incrementos más fuertes. Según datos de fuentes del sector, los precios minoristas acumularon un aumento del 4,4% en octubre y 11,4% en los primeros días de noviembre, reflejando la aceleración de la inflación.

El consumo per cápita anual se mantiene cercano a los niveles del año anterior, mostrando un leve crecimiento interanual, aunque todavía por debajo de años previos.