CIARA advierte: un paro aceitero perjudicaría a toda la cadena productiva 

La Cámara Aceitera señaló que la oferta salarial ya cubre la inflación y urge a los sindicatos a llegar a un acuerdo en la audiencia de conciliación obligatoria de este miércoles.

El sector industrial de la cadena aceitera se encuentra en vísperas de un momento crucial. Mañana se llevará a cabo la última audiencia de conciliación obligatoria entre la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y los gremios del sector, un encuentro que definirá la paz laboral o abrirá las puertas a medidas de fuerza que, según la entidad empresarial, “perjudicarán a toda la cadena”.

En un comunicado emitido previo a la audiencia, CIARA salió a dar su postura pública, detallando los términos de su oferta salarial y ejerciendo presión sobre los líderes sindicales para que demuestren “intenciones reales de acordar”. La situación es de máxima tensión, ya que si no hay acuerdo, la posibilidad de un paro se vuelve inminente.

La oferta sobre la mesa

Según la Cámara que agrupa a las principales exportadoras del complejo sojero, la propuesta económica presentada es contundente y está diseñada para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. La oferta se estructura en dos partes:

  1. Un aumento salarial del 20% que, según afirmaron, ya ha sido otorgado.
  2. Un porcentaje adicional que tendrá como objetivo cubrir la inflación proyectada por el INDEC hasta el mes de diciembre inclusive.

“La industria ofreció y seguirá ofreciendo siempre cubrir la inflación basada en el INDEC”, remarcó la entidad en su comunicado, dejando claro que su posición es indexar los salarios al índice oficial de precios. Con esta estrategia, buscan desactivar el argumento de la pérdida del poder adquisitivo, que suele ser el principal motor de los reclamos sindicales.

Más allá de los números, el núcleo del mensaje de CIARA fue un llamado de atención a la dirigencia sindical. La Cámara pidió explícitamente que los representantes de los trabajadores lleguen a la audiencia con la voluntad política necesaria para destrabar el conflicto.

“Pedimos a los líderes sindicales que tengan intenciones reales de acordar mañana”, expresaron, subrayando la gravedad de no llegar a un consenso.

En su advertencia, la entidad empresarial amplió el espectro de los perjudicados por un posible paro, yendo más allá de la industria y sus empleados directos. Señalaron que un cese de actividades afectaría también a “los trabajadores de otros gremios concurrentes y sus familias”, en referencia a la gran cantidad de actividades logísticas, portuarias y de transporte que dependen del normal funcionamiento de las plantas aceiteras.

Por su parte, el Sindicato de Trabajadores Aceiteros del departamento San Lorenzo, (SOEA), manifestó el pasado jueves que que si las empresas no presentan una propuesta seria, los trabajadores tomarán medidas de fuerza.

El gremio reclama una recomposición salarial del 26% sobre los básicos de convenio. Según Daniel Succi, secretario general del gremio aceitero, las empresas no presentaron ninguna oferta superadora, pese a que el sector agroexportador fue uno de los grandes beneficiados por la política de retenciones cero.

La audiencia de mañana se presenta, por lo tanto, como la última instancia formal para evitar un conflicto que tendría un alto costo para uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina. Con la postura de la industria explicitada públicamente, la pelota queda ahora en el campo de los sindicatos.

La pregunta que flota en el ambiente es si la oferta de cubrir la inflación oficial será suficiente para los trabajadores, quienes podrían argumentar que sus necesidades superan ese índice.

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