Escribe Fernando Dagatti
Abogado – DDHH y Defensa del Consumidor
Hoy estamos en una promoción permanente en sus distintas variantes: cada negocio, cada marca, está tratando de llevar adelante su estrategia de supervivencia con rebajas de hasta el 60%, ofertas de ‘2 x 1’ y ‘3 x 1’, promociones bancarias y cuotas del Ahora 12.
Apremiados por la caída de las ventas, la inflación y demás variables económicas, los comerciantes están echando mano cada vez más frecuentemente del “Precios imperdibles”, “Ofertas imposibles”, “Todo al costo”, “3 x 1”, “60% off”, “Sale” y más frases en inglés que buscan apurar el interés por comprar. Con grandes letras y colores estridentes, los carteles de rebajas tentadoras están por todos lados.
Es conveniente repasar una serie de cuestiones legales y recomendaciones que pueden ayudar a enfrentar las diferentes situaciones, aunque el mejor consejo tal vez sea “estar alerta” para no caer en la trampa.
Empecemos por decir que las ofertas deben ser veraces, claras, no pueden inducir a error o engaño y, cualquiera haya sido su forma, obligan al proveedor como parte del contrato. Esto debe ser así en todo el país, tal como lo establece la Ley Nacional de Defensa del Consumidor.
Es que, en el actual contexto de caída de las ventas, las liquidaciones ya perdieron la misión original que tenían, eran una herramienta para liquidar stock. Hoy son un incentivo permanente de las ventas, con una erosión fuerte del margen de ganancia en un contexto de elevación de costos.
Distintas asociaciones de consumidores insisten en que hay que estar muy atentos para actuar ante cada promoción y no dejarse engañar fácilmente. Ocurre que se prometen descuentos del 30% al 60%, pero luego en los percheros son muy pocas las prendas que alcanzan esas rebajas. A esto se suma que, en ocasiones, las promociones tienen un stock tan reducido que es muy difícil encontrar al menos dos talles de cada prenda. O luego hay impedimentos para hacer cambios o devoluciones. Aquí, un detalle de los puntos más importantes para prestar atención:
Precios: En primer lugar, es necesario aclarar que todos los productos a la venta deben tener exhibido su precio final (con impuestos incluidos) expresado en pesos argentinos ($) y si se opta por informar su precio en dólares estadounidenses (U$S) tiene que tener una tipografía menor al valor en pesos.
En el caso de las rebajas, la mercadería debe estar marcada sí o sí con dos precios: el anterior y el actual, ambos en forma claramente legible, indicando el descuento publicitado. El precio anterior se puede tachar, pero con una simple línea, no en su totalidad porque debe leerse sin dificultad. Todos los porcentajes de descuentos tienen que diferenciarse fácilmente y por eso los productos deben exhibirse separados con carteles, etiquetas o identificadores que indiquen, de manera clara, las rebajas aplicables.
Pueden surgir algunas suspicacias respecto al precio anterior del artículo en rebaja, la ley nacional es clara respecto del hecho que la información brindada por el proveedor debe ser clara, precisa y detallada tanto del bien como de las condiciones de comercialización. Si aun así el proveedor decidiere usar alguna herramienta para inducir al consumidor con estas prácticas un consejo simple pero eficaz sería que conteje, compare el precio del producto en cuestión, hoy en día existen infinidad de herramientas informáticas, muchas marcas incluso tienen sus app para usar desde el celular donde se puede al instante saber el valor de un producto similar al deseado.
Cambios: en las compras de ropa con rebajas también aparecen las trabas que ponen los comercios para realizar cambios. En este sentido, la Ley Nacional de Defensa del Consumidor (24.240) obliga a los comercios a informar en detalle las condiciones de cambio del producto, garantizando un trato digno y equitativo.
En todos los casos se sugiere a los consumidores conservar siempre el ticket de compra o en su defecto el de cambios, porque son esos comprobantes los únicos válidos para realizar un reclamo. La bolsa de un comercio no permite establecer fehacientemente la fecha de compra y otros aspectos esenciales del derecho.
Garantías: todos los productos nuevos tienen una garantía legal de 6 meses por fallas en su fabricación, que también se hace extensiva a indumentaria y calzados. Por ejemplo, los comercios tienen la obligación de reparar el calzado si rompe dentro de ese plazo, o cambiarlo en caso de no poder arreglarlo.
Stock: tanto en los locales como en las publicidades, se debe informar el stock existente, es decir la cantidad de unidades disponibles para la venta, los lugares donde se comercializan y el período de vigencia de la promoción. Y si el producto con rebaja se agota tiene que anunciarse de la misma manera y la promoción debe cesar en forma inmediata. Si esto no sucede, el consumidor tiene derecho a exigir un producto equivalente, de similar calidad -o mejor, si no hubiere- a idéntico precio al ofrecido en la rebaja de precios.
Medios de pago: otra dificultad que se presenta en las promociones es que la mayoría de los comercios imponen que sólo se abonen en efectivo. No puede haber diferencia de precios entre el pago en efectivo y el pago con tarjeta de débito o de crédito en un solo pago. Y desde octubre del año pasado, el monto mínimo para pagar con tarjeta de débito es de $10, en tanto que los comercios deberán aceptar todas las tarjetas de débito para transacciones de $100 o más.
Compras por Internet: otra de las pautas a tener en cuenta por los compradores es que, cuando la compra se realiza en forma no presencial a través de una web, o mediante un llamado telefónico, el consumidor dispone de 10 días para arrepentirse y anular la operación comercial. En este caso, no será necesario expresar ningún motivo más que la disconformidad con el producto, en tanto el comercio deberá reembolsar el total de lo abonado, por expresa disposición del art. 34 de la Ley de Defensa al Consumidor.
Ante cualquier duda o reclamo se puede recurrir a la Subsecretaría de Derechos Humanos y Defensa del Consumidor de la Municipalidad de San Lorenzo, los días lunes, martes y jueves de 8 a 12 h sita en calle avenida del Combate y Sargento Cabral.
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