Su construcción finalizó en 1898, en Alemania. Luego de numerosas travesías, en 1927 llegó al país, pero en 1961 se hundió para siempre en el Paraná, dejando una espectacular historia bajo el agua.
El protagonista de la historia se llama “Favorito Santos Cosme y Damián”. Fue construido en el Reino de Prusia, hoy Alemania, y el 26 de Mayo de 1898 tocó el agua por primera vez en las instalaciones portuarias de Geestemünde, cerca de su desembocadura en el Mar del Norte. En 1927 enarboló por primera vez la bandera Argentina y en diciembre de 1961 quedó varado para siempre en el Paraná, ofreciendo una increíble postal llena de historia en cada bajante, en una zona a la que muchos llegan partiendo desde Puerto Gaboto.
El 17 de diciembre de 1944, nuestro “Favorito”, embistió un buque pesquero perteneciente a una división de la Flota Mercante del Estado. De acuerdo a relatos históricos, se trató del pesquero Biguá, a cargo de don José Boia da Silva, quien al toparse con la mole de acero alemán, fue enviado al fondo del río de la Plata para siempre.
Al día de hoy, una boya marca el sitio del hundimiento, una milla al oeste del histórico faro de La Panela, cercano a la entrada del puerto de Montevideo, donde el patrón don José Boia da Silva tuvo seguramente el peor día de su vida.
Pero la historia de Favorito Santos Cosme y Damián comienza muchos años antes, más precisamente el 26 de Mayo de 1898 cuando toca el agua por primera vez en las instalaciones portuarias de Geestemünde , joven ciudad construída en torno a astilleros y empresas pesqueras situadas sobre el río Weser muy cerca de su desembocadura en el Mar del Norte.
En ese año, lo preciso es hablar del Reino de Prusia como cuna de nuestro protagonista, ya que Alemania era un estado nación recientemente consolidado como imperio y su principal constituyente era el mencionado Reino.
En ese entonces fue bautizado como “Kurt”, su astillero constructor fué el poderoso J. C. Tecklenborg A. G., sus dimensiones eran de 62,20 metros de eslora, 9,80 de manga y 2,97 de puntal. Era impulsado por dos máquinas alternativas a vapor de triple expansión.
Comienza allí un largo derrotero como buque mercante y ya por 1903 comenzó a navegar nuestras aguas, adquirido por la Sociedad Anónima de Navegación a Vapor Nicolás Mihánovich, que para ese entonces era la empresa armadora más grande de América del Sur.
Kurt, fue rebautizado en varias oportunidades: “Alemania” en 1907, “Bélgica” en 1917 y “Rochefort” en 1918, cuando fue adquirido por la Compagnie Royal Asturiene des Mines en Le Havre, Francia, en épocas de guerra y de gran avidez por parte de los países beligerantes de buques de carga.
Ya en tiempos de paz, fue vendido en 1923 a John Montelius Kompani en Estocolmo , Suecia y por 1927 vuelve a tener una bandera sudamericana al registrarse en Paraguay con el nombre “Marga”.
Luego de tantos cambios propios de la dinámica de la industria naviera, en 1927 nuestro protagonista parece ir buscando un destino más estable al ser adquirido por Santiago Ferrando, próspero inmigrante italiano dedicado a la explotación de canteras en Uruguay.
Así es como nuestro protagonista enarbola la bandera Argentina y es nuevamente rebautizado con su definitivo nombre “Favorito Santos Cosme y Damián” y se destina al transporte de arena y piedra desde Colonia ( R.O.U ) al Riachuelo en Buenos Aires, materiales de construcción destinados a una urbe en fenomenal expansión.
La Segunda Guerra Mundial lo encuentra ya transferido a la empresa sucesora “Viuda de Santiago Ferrando” y la única imagen que tenemos de este veterano buque en actividad es seguramente de esa época.
Por aquellos días las naves de bandera Argentina lucían en sus bandas grandes letras con el nombre de su puerto de origen y la bandera pintada para poder ser identificados por algún bando beligerante ya que nuestro país permaneció neutral casi hasta el final de la guerra.
El relato del inicio, da cuenta del malogrado pesquero Biguá en esta época (1944) a manos del “Favorito” y varios años más adelante ya lo tenemos transformado en chata, es decir, un viejo buque sin propulsión propia que navega traccionado por un remolcador. Si bien se esperaba un destino más épico para este viejo navegante del siglo XIX, no fue así.
El 19 de Diciembre de 1961, zarpó de Puerto Ruiz en Gualeguay, Entre Ríos, arrastrado por el remolcador Mitá Porá, con destino a Paraná, cargado con 650 toneladas de conchilla destinada a fábricas de cal o cemento de la zona , pero nunca llegaría.
A 10 kilómetros del nacimiento del río Paraná Pavón, sufrió una varadura de la cual zafó, pero su lento y penoso derrotero llegaría a su fin el 28 de Diciembre de 1961 . A la altura del kilómetro 496 del río Paraná, lejos de toda tierra firme y donde el río y sus islas son los protagonistas absolutos, el viejo “Favorito Santos Cosme y Damián” eligió quedarse y simplemente se hundió, en un sencillo y silencioso final.
Casi 60 años después parece jugar al misterio y coquetear con el peligro . Su pecio, como se denominan los vestigios de un naufragio, se muestra partido y herrumbrado en las bajantes, pero se vuelve muy peligroso al ocultarse bajo el agua en épocas de creciente.
Lejos del canal actual de navegación, no hay señal alguna que advierta a los navegantes desprevenidos que su acero aún puede cobrarse víctimas, como hace 75 años atrás. Cerca de allí la mítica Boya 500 nos marca un destino, un punto en la travesía donde es imposible no sacarse una foto.
Los barcos hundidos suelen ser fuente de leyendas y anécdotas difíciles de comprobar y el “ Favorito” no es la excepción. Contrabando, un seguro por cobrar, una carga de maderas saqueada son algunas de las difundidas, pero seguramente la historia aquí relatada puede ser la “oficial”.
No obstante, el Favorito nos dejó algo parecido a un regalo, muchos años después. La zona es conocida como el islote del barco, ya que a raíz de su hundimiento se han formado bancos de arena que con el paso de las décadas han evolucionado hasta convertirse en una hermosa isla, rodeada de arenales y donde la naturaleza del río Marrón y sus humedales nos cautiva y nos invita a sentirnos parte del paisaje.
Desde sus costas, está a la vista el nuevo Parque Nacional Islas de Santa Fe y es importante agregar que toda esa zona fue designada en octubre de 2015 como Sitio Ramsar Delta del Paraná, dada su particular riqueza natural y cultural.
La convención Ramsar, es un tratado internacional que promueva la conservación y uso racional de los humedales y sus recursos. Así que el Favorito hoy es parte del paisaje y la historia de un lugar fantástico, valorado y digno de ser preservado.
Un párrafo aparte merece su nombre definitivo. El término “Favorito” forma parte del nombre de muchos buques en nuestra zona y parece responder a algún tipo de tradición en la nomenclatura marinera. De hecho, en el río Paraná Medio al menos hay dos aún en actividad: “Favorito Filomena” y “Favorito San Antonio”, ambos areneros. El motivo de esta costumbre, resta averiguarse.
Por su parte “Santos Cosme y Damián”, sin duda hace mención al culto de estos dos médicos mártires del catolicismo llegado desde Bitonto, provincia de Bari, Italia y que con gran raigambre popular se practica desde hace más de 100 años en el barrio de La Boca en Buenos Aires, donde el “Favorito” era parte del paisaje.
La investigación, recopilación de datos y narración fue autoría de Jorge Alberto Bártoli.
informacionregional.com.ar – Foto actual: Lisandro Pawlosky
Qué opinas?