En el mismo proceso su madre, Erica Altamirano quien recibió 8 años como encargada “extramuros” de controlar y supervisar los negocios ilícitos objeto de la organización mientras su hijo se encontraba en prisión. Se determinó que la droga -cocaína y marihuana- se fraccionaba en envoltorios que se comercializaban en bunkers de aquellas dos ciudades.  

n función de una acusación sostenida por el fiscal general Federico Reynares Solari, el Tribunal Oral Federal N° 3 de Rosario condenó el viernes a Brandon Bay, líder de la banda denominada “Los Gorditos”, a 12 años de prisión por el delito de tráfico de estupefacientes en calidad de organizador, por la venta de drogas al menudeo en la zona sur de esa ciudad y el norte de San Lorenzo. Su madre, Érica Altamirano, recibió 8 años de prisión como coautora del mismo delito, pero debido a que pesaban sobre ella condenas anteriores en el fuero federal y en el provincial, fue condenada a la pena única de 16 años de prisión. Durante el juicio participó el fiscal coadyuvante de la Fiscalía Federal N° 3 de Rosario, Santiago Cruz Alberdi, en el marco de los avances por la implementación del sistema acusatorio que lleva adelante la Procuración General de la Nación.

Los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez y Mario Gambacorta también condenaron como partícipes secundarios por el delito de tráfico de estupefacientes a Sebastián Rodrigo Núñez y a Ricardo Andino, pareja de Altamirano, a 3 años y 6 meses de prisión. En el caso de este último fue unificada con una anterior dictada en el fuero ordinario y finalmente se le fijó una pena en 4 años y 6 meses de prisión. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 6 de octubre.

En relación a Brandon Bay, en el fuero federal está pendiente la unificación de penas en torno a una causa en la que -en el marco de un juicio abreviado- se le impusieron 16 años de prisión por delitos relacionados al tráfico de drogas. Por otro lado, pesa sobre él una condena de prisión perpetua en la justicia provincial que no se encuentra firme.

El caso

La causa que culminó este viernes en sentencia se había iniciado en la Fiscalía Federal N° 3 de Rosario, a cargo de la fiscal Adriana Saccone, con motivo de un allanamiento efectuado a finales del 2021 sobre un domicilio situado en la calle en Dinamarca al 500, en el marco de una investigación que tramitó el equipo para el abordaje de delitos cometidos con armas de fuego del Ministerio Público de la Acusación de la provincia de Santa Fe.

Durante el procedimiento fueron encontrados en el lugar Núñez, Andino y Altamirano -se comprobó que esta última vivía allí-, a quienes se les secuestró material estupefaciente.

De acuerdo a las tareas investigativas, dado que Bay se encontraba en prisión -actualmente permanece privado de su libertad en la cárcel federal de Marcos Paz-, su madre fue quien continuó la actividad ilícita, como encargada “extramuros” de controlar y supervisar los negocios de la organización.

La pesquisa determinó que la droga -cocaína y marihuana- se fraccionaba en envoltorios para armar las “bolsitas” y que las dosis eran ocultadas y escondidas en ese domicilio para su posterior entrega a otros integrantes de la asociación, que se encargaban de su comercialización en otros puntos de venta -bunkers- en la ciudad de Rosario y en San Lorenzo.