La ex presidenta Cristina Kirchner publicó este viernes una fuerte carta en contra del gobierno de Javier Milei, en donde critica los primeros nueve meses de gestión del libertario y el rumbo económico que toma su administración.

Titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido”, la ex vice de Alberto Fernández carga contra el libertario y su ministro de Economía, Luis Caputo. Pero también larga críticas contra la gestión de Alberto Fernández y puertas adentro del peronismo, al que considera que “se torció” y se “desordenó”.

La primera parte de la extensa carta, publicada en sus redes sociales, evalúa los primeros meses de gestión, donde plantea que “una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras”.

Cristina critica a Milei por “intervenir y controlar” tres de los cuatro precios fundamentales de la economía, a pesar de haber prometido durante su campaña “eliminar la intervención y el control del Estado sobre la vida de los argentinos”. Asegura que el gobierno tiene control sobre el precio del dólar, del dinero y del trabajo, ya que impone topes en los acuerdos salariales negociados por los sindicatos.

Además, señala que, si se suma el ajuste fiscal, que considera inconsistente e insostenible debido al incumplimiento en el pago de deudas exigibles para la administración central y a la reducción del papel del Estado, se genera un “combo letal”.

Cristina critica a Milei por ignorar la teoría monetaria, citando una entrevista con el ministro de Economía, Luis Caputo, quien afirmó que “devaluando lo único que se gana es que suba la inflación”. Añade que Milei ha dejado atrás la teoría monetarista, señalando que la inflación en Argentina está vinculada al movimiento del dólar. Con ironía, comenta sobre esta realidad en el país.

Además, Cristina sugiere que la razón por la cual Milei no ha implementado la dolarización que había previsto como parte de su plan de estabilización es la falta de dólares necesarios para saldar la deuda nacional. Resalta la “curiosa paradoja” de alguien que se considera un líder querido globalmente, pero que tiene dificultades para conseguir financiamiento. Finaliza diciendo que casi se podría referir a Milei como el ex libertario.

Luego vuelve a poner el foco en el problema del bimonetarismo y la falta de una moneda fuerte y pide que sea el foco a tratar, además de hacer un llamado a la clase política. “Sin embargo, cuando la anti política se quede sin respuestas por el fracaso de teorías extravagantes que solo causan odio y dolor; no solamente deberemos reconstruir la moneda, sino también la política. Esto también implica de parte nuestra preguntarnos ¿Y por casa como andamos? En una suerte de revisión de ideas y experiencias”, escribe, antes de evaluar la situación del peronismo.

En la segunda parte de la carta, Cristina apunta contra el peronismo al plantear que “se torció”, y señala una serie de escenas ocurridas durante la gestión de Alberto Fernández, a quien había elegido ella como presidente.

“(El peronismo se torció) cuando olvidó que los muertos no pagan las deudas y convalido el préstamo multimillonario e irregular que el FMI; cuando los trabajadores registrados no llegaron a cubrir la canasta básica total (CBT). O sea: el peronismo con trabajadores registrados pobres”, planteó.

Pero también sacó a cuenta la escena de la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yáñez en la Quinta de Olvios, al sostener que allí “se anuló la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado”.

Sobre el cierre también reparte críticas al plantear que el peronismo “no advirtió que los trabajadores registrados son minoría”, el “viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiente”, la necesidad de una reforma tributaria, de una revisión de la educación pública o incluso la necesidad de un “plan de seguridad de carácter integral”, un tema que siempre esquivó el kirchnerismo durante los últimos doce años.

El último párrafo apunta a ordenar la interna dentro del peronismo, al pedir que se tengan en cuenta estas nuevas demandas para “organizar una fuerza política que vuelva a representar mayoritariamente, para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno”.