Hoy celebramos el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down, una ocasión para desafiar los prejuicios existentes y resaltar la necesidad de proteger sus derechos y bienestar completos, considerando sus emociones y cómo los estigmas afectan sus vidas.

Designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2011, este día busca crear conciencia pública sobre el síndrome de Down, priorizando la dignidad, la valía y las contribuciones de quienes lo viven, promoviendo así la diversidad y el bienestar en nuestras comunidades. También enfatiza la autonomía individual y el derecho a tomar decisiones propias.

El síndrome de Down es una condición genética causada por la presencia de material genético adicional en el cromosoma 21, lo que resulta en discapacidad intelectual. A nivel mundial, afecta aproximadamente a 1 de cada 1.000 a 1 de cada 1.100 recién nacidos.

Es crucial garantizar un acceso adecuado a la atención médica, programas de intervención temprana, educación inclusiva y una investigación continua para el desarrollo y bienestar de estas personas. Los avances médicos y sociales han mejorado significativamente la calidad de vida de quienes viven con este síndrome, extendiendo su esperanza de vida y proporcionando oportunidades para un crecimiento integral.

Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten los estereotipos y la discriminación hacia las personas con discapacidades. Los prejuicios pueden llevar a la infantilización, la subestimación y la exclusión de estos individuos, e incluso pueden dar lugar a situaciones de maltrato o abuso.

Es fundamental trabajar para acabar con los estereotipos en nuestra sociedad y promover un ambiente inclusivo y respetuoso para todos. Desde la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA), se enfatiza la importancia de informar sobre la salud, los derechos y las necesidades específicas de las personas con síndrome de Down.

Entre los derechos prioritarios destacados por ASDRA, se encuentran: la no discriminación en el acceso a la salud, la privacidad de los datos médicos, el acceso a programas de salud sexual y reproductiva, entre otros.

En este Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down, es fundamental reafirmar nuestro compromiso con la inclusión, el respeto a la diversidad y la defensa de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de sus capacidades o características individuales.