El crimen de la enfermera podría estar ligado a una banda narco, a través de su expareja

Tal cómo adelantaba Pregón la semana pasada, el crimen de Ailén Oggero, la enfermera de 31 años que fue asesinada el pasado martes en Rosario en Prusia al 6700, cuya expareja Jonatha Omill está detenida pero no por el homicidio sino por hechos de violencia de género anteriores a su muerte, tiene otra hipótesis, que está vinculada a bandas narco muy pesadas.

La semana pasada, este medio contó que allegados a Ailén Oggero, expresaron en redes sociales que sospechan de la nueva pareja de Jonathan O., una mujer muy peligrosa vnculada al mundo narco en Capitán Bermúdez y Rosario, que cumplía condena por los tribunales provinciales y federales. Esta mujer es ex pareja de otro jefe de una banda narco que está condenado a perpetua y que protagonizó una cnematográfica fuga de la cárcel de Piñero en 2021 y estuvo un año prófugo de la justicia.

El abogado defensor del imputado es Enrique Fernando Sirio, porque fue el representante legal de la mujer sospechada en el juicio abreviado por asociación ilícita en carácter de miembro en 2021 cuando recibió 3 años y 10 meses de prisión efectiva.

Se trata de Jésica “Fea” González” una mujer que vendía estupefacientes en Capitán Bermúdez y que está condenada tanto en el fuero provincial como en el federal. La mujer es parte de la banda narco de René Úngaro alias “El Brujo” y esposa de Claudio “El Morocho Mansilla”, quen está condenado a perpetua por una serie de homicidios, amenazas e integrante de una asociación ilícita dedicada a la venta de estupefacientes. La “Fea” tendría un vínculo amoroso con Jonathan Omill, el aceitero que era exnovio de Oggero y que quedó preso por el plazo de ley por violencia de género contra la enfermera asesinada de varios disparos.

La vivienda de Omill, ubicada en Las Garzas 2253 en Funes, está relacionada con actividades de una banda narcocriminal. En este mismo domicilio, en diciembre de 2020, fue asesinado un hombre, Marcelo Domingo San Miguel, bajo circunstancias sospechosas asociadas a un posible robo. También allí vivió Brenda Pared donde estuvo bajo prisión domiciliaria hasta que la Justicia provincial la imputó por su participación en una serie de homicidios ocurridos en marzo pasado. Según la Fiscalía, esta mujer actuó bajo las órdenes de Chucky Monedita Núñez para planear los asesinatos de los taxistas Diego Celentano y Héctor Figueroa, con el objetivo de intimidar al gobierno provincial debido a las restricciones impuestas a los presos de alto perfil.

La Fea González es media hermana de Brenda Pared, y estuvo en la misma casa de Las Garzas al 2200, donde los hijos González, estaban bajo la custodia de su abuela. Jésica fue condenada por tráfico de drogas en Capitán Bermúdez y Rosario, e incluso mientras estaba bajo prisión domiciliaria, también fue acusada de vender de forma ilegal números para establecer el orden de entrada de los visitantes en la cárcel de Piñero. En este sentido, fue considerada parte de una banda liderada por otro recluso, René “Brujo” Ungaro.

Las autoridades están investigando si las conexiones de Omill con el narcotráfico pudieron facilitar el ataque a Oggero. Fuentes cercanas a la investigación subrayan que el uso de armas, la mecánica del ataque y la historia de hostigamiento hacia Oggero apuntan a una posible relación con redes criminales.

Mientras tanto, el abogado de Omill, Fernando Sirio, niega cualquier implicación de su cliente en el crimen, asegurando que en el momento del asesinato, Omill se encontraba trabajando en Vicentín. Sin embargo, la investigación sigue abierta y se analizan varias hipótesis, buscando esclarecer la trágica muerte de Ailén Oggero en un contexto de violencia y narcotráfico.

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