El psicólogo del abusador bermudense declaró que hubo una relación sexual consentida y la víctima se descompensó

En el segundo día del juicio oral contra Enrique Ricardo Pochón, el hombre oriundo de Capitán Bermúdez acusado de abuso sexual gravemente ultrajante contra su hija durante 13 años; hoy declararon la madre del imputado, su psicólogo, una bioquímica y un médico policial que atendió a la víctima por un golpe en el ojo que le provocó el acusado cuando se negó a tener relaciones sexuales con él. Se vivió un momento tenso cuando declaró el analista del imputado quien sostuvo que su paciente le dijo que la relación sexual con su hija fue consentida, lo que provocó la descompensación de la víctima que tuvo que ser atendida por médicos de un servicio de emergencias.

La jornada había sido suspendida el pasado miércoles, debido a una situación de salud que atravesaba uno de los jueces; y en el día de hoy la audiencia se retomó a pesar de que el Dr. Alberto Jesús Rizzardi se encuentra aislado por un contacto estrecho de coronavirus. La defensa del imputado pidió la suspensión de debate, solicitud que la presidenta del tribunal Griselda Strólogo no dio a lugar y finalmente el magistrado estuvo presente vía zoom.

Hoy declararon la abuela paterna de la víctima y madre del acusado, quien detalló los trabajos que realizó su hijo durante su vida; la bioquímica que cotejó las muestras de ADN y que corroboró la paternidad del imputado de la niña que tuvo la joven por los abusos; también un médico que atendió a la víctima cuando su padre la golpeó una noche que le provocó un hematoma en el ojo. Pero el tercer testimonio fue el más impactante: ofrecido por la defensa de Pochón, brindó testimonio un psicólogo que fue perito de parte, que atendió al acusado y cuyo relato provocó la descompensación de la víctima quien escuchaba sentada en el sector destinado a la audiencia.

El psicólogo del acusado relató que le hizo una serie de test donde afirmó que era una persona “normal”, y que en el mes de marzo cuando realizó los estudios psicológicos informó que no es una persona agresiva. También señaló que Pochón es una persona que está ubicada en tiempo y espacio y que éste le confesó que mantuvo relaciones sexuales una sola vez con su hija cuando era mayor de edad y que fue consentida; y que fruto de esa relación sexual, la joven quedó embarazada.

Ante este testimonio tan fuerte, la víctima se descompensó en la sala y tuvo que ser atendida por personal médico que arribó en una ambulancia: “Era de esperar que dijeran eso, pero me dolió escucharlo, tenía mucha bronca, no podía creer lo que estaba diciendo”, relató la víctima.

El juicio continuará el día jueves y el viernes serán los alegatos finales antes de la sentencia. Cabe recordar que el fiscal Juan Carlos Ledesma solicitó una condena efectiva de 30 años de prisión para el acusado. La solicitud de una pena tan alta, equiparada a un homicidio agravado, se fundamenta en los años de violencia, humillación y la vulneración a la integridad sexual de la joven, que hoy tiene 23 años pero que los abusos comenzaron a los 8 hasta los 21 donde ella pudo hablar.

Fueron 13 años de abusos sexuales, algunos semanales durante los primeros tres años y 10 años en los que esos las vejaciones sexuales llegaron a ser casi a diario. El tribunal deberá estar a la altura de las circunstancias y fallar considerando todo el tiempo en que la víctima sufrió, tiempo que no se compensa, ni que puede retroceder, pero que dará un poco de justicia a la mujer y a toda su familia.

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