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Mano a mano con Mariela Coronel, referente del Fútbol Femenino Argentino en España

Gracias al esfuerzo, la confianza y a la perseverancia que tiene uno, se llega a donde  de verdad se quiere estar«

Por Nicolás Urbinati (Corresponsal en Madrid,  España) –  Pase, tómese un tiempo  y disfrute.  Eso es  lo que sinceramente me nace  expresar   como periodista –  y amante del fútbol- a la hora de terminar de transcribir y  ofrecer  una más que rica  entrevista a  Mariela Coronel, referente del Fútbol Femenino Argentino y actual jugadora del  Alhama El Pozo CF  Murcia  de la 2da División de la Liga de España. . 

A través del sistema de video llamada Zoom,  la experimentada mediocampista santiagueña de 40  años, que lleva  dos décadas de trayectoria en esta disciplina,  le brindó a este medio un  reportaje muy rico en contenido donde repasa  y concede interesantes conceptos y puntos de vista sobre el fútbol ibérico, el argentino y el Femenino en general

El Alhama CF de Murcia, con el que está peleando el ascenso a la Liga Iberdrola en la vigente temporada de la Segunda División, es su sexto club en  los 15 años  de carrera que está desarrollando  en España, ¿Qué recuerdos y balance hace de su paso por Zaragoza CFF, donde estuvo ocho años, Atlético de Madrid, Madrid CFF, Granada CF y Villareal CF? 

Mariela Coronel Todos me dejaron cosas buenas aunque es verdad  que he aprendido, porque tuve la suerte  de contar con psicólogas en algunos equipos, a ver las cosas de otra forma. A veces cuando estamos en un equipo,  el pasar muchos años  nos hace entrar  en una zona de confort  de la que después nos cuesta salir y eso me sucedió  en Zaragoza  con el que  jugué, entre otras cosas,  dos Finales de Copa de la Reina y torneos en Portugal y  en Guinea Ecuatorial. Pero, ahora que lo pienso, creo me tendría que haber ido antes ya que cuando lo hice me di cuenta que seguramente hubiese tenido la posibilidad de haber pasado por  más equipos y aprendido muchísimas cosas de lo que aprendí en estos últimos cinco años.  En el Atlético de Madrid, club con  otra estructura, estuve  un año y disfruté  de todas las competiciones, entre ellas la Champions.  Después me costó mucho decidir bajar a Segunda División para jugar con el Madrid CFF pero al final lo hice, me convenció el entrenador, y conseguimos ascender. Este equipo me dejó cosas buenas aunque también me di cuenta que cuando hay una institución, por así decirlo, con gente  no seria,  al final las cosas se manejan de otra manera y por temas extra deportivos te hacen a un lado. Pero me fui tranquila de ahí y surgió la posibilidad ir a  Granada y  debo decir que entre las cosas buenas que me pasaron  es haber vivido los tres años que pasé allí  porque gente como la del Granada,  es difícil de encontrar.   Además de ser una gran institución,  la verdad que me sentí muy cómoda  y fueron los  mejores tres años que pasé tanto  a nivel humano cómo  futbolístico, dónde grandes profesionales como el preparador físico y el nutricionista me motivaron a seguir en actividad. Me quedó la espinita de no poder ascender con ellos.  Y all Villareal llegué mucho más madura como jugadora pero manteniendo la misma ambición de darlo todo, de querer ganar todo y  aportarle mucho al equipo para intentar pelear  por un ascenso de categoría que al final se consiguió.

Lleva  dos décadas jugando al fútbol de manera profesional, ¿cómo recuerda sus comienzos en Independiente y su posterior paso en San Lorenzo de Almagro?

MC –Siempre digo que uno se siente profesional porque le dedica mucho a esto y  en Argentina es más difícil porque es mucho más sacrificado,  el esfuerzo es el doble o el triple, pero son los mejores  momentos. Recuerdo viajar con gente extraordinaria, con las que tengo la suerte de seguir en contacto, a concentraciones a la ciudad de La Plata o  ir escuchando canciones de Rodrigo en los viajes del equipo, por lo que  mi cabeza e imaginación vuelven a aquellos tiempos donde éramos felices con muy poco y no nos dábamos cuenta. Mi etapa por Independiente fue eso, vivir lindos momentos y jugar una Final con River en cancha de Atlanta, en tanto  que en San Lorenzo he pasado también tres años muy buenos. Pero soy una persona con ambiciones y cuando se dio la posibilidad de  ir a jugar al exterior, y como se dice que el tren pasa una sola vez, dije que sí sin dudarlo. No me arrepiento porque gracias a esa decisión, estoy donde estoy. Me acuerdo que cuando llegué a España me dije que iba a  jugar unos años y me vuelvo a Argentina pero pasaron más de una década y hoy en día lo único que quiero es seguir disfrutando de este deporte.

“Cuando estamos en un equipo,  el pasar muchos años  nos hace entrar  en una zona de confort  de la que después nos cuesta salir”.

¿En qué etapa de su carrera se encontraba  cuándo se presentó la posibilidad de jugar en España?

MC –Teniendo en cuenta que en Argentina debuté en un primer equipo a los 18 años y ya había jugado Mundiales, a los 26 años sentía que necesitaba otro tipo de  desafío como jugadora.  En el 2006 con la Selección vinimos a jugar al País Vasco y por lo general esos partidos se filman para ofrecer jugadoras a equipos. El CD de esa grabación llegó a Zaragoza, la persona encargada de la gestión deportiva  mostró interés en mí  y  se puso en contacto con Adrián Hernández, periodista de San Lorenzo,  quién fue el que me comentó de la posibilidad de  emigrar a la que le respondí que estaba muy dispuesta a hacerlo. En febrero de 2007 empezamos a hablar del tema del transfer  con el club y luego de la Copa del Mundo de China, me vine directamente a España. Fue un poco aventurero lo mío pero sentía que quería experimentar otra cosa.

Como jugadora, ¿qué le aportó y aporta competir en la Liga Española?

MC –Aporta madurez, otra visión de juego y muchas cosas más. En mi caso me costó casi un año la adaptación,  los entrenamientos, las canchas; pero ves el fútbol de otra manera. En Argentina lo primero que te enseñan es a gambetear un conito cuando lo básico en el fútbol  es parar la pelota, perfilarse bien, control y pase y a eso lo aprendí de grande.  

Coronel y sus etapas por los equipos españoles: Zaragoza, Atlético de Madrid, Granada, Villareal y Alhama

Lleva  una década y media jugando en España, intercalando Primera con Segunda División ¿Cuánto creció la competición, desde 2007 a la actualidad?, ¿es mucha la diferencia que hay entre categorías?

MC- El avance que he notado en la  Liga es más económico que futbolístico porque cuando llegué en el  2007  los equipos eran mucho más competitivos e intentaban jugar más, mientras que  ahora eso no sucede tanto o son pocos los que proponen algo de juego más allá que, por ahí, la categoría no te lo permite porque es todo más físico.  Y la diferencia que hay entre Primera División y Segunda  a día de hoy no es tanto como hace tres años atrás porque se ha cambiado el sistema de competición y desde la temporada pasada  los mejores de cada zona, antes había ocho grupos,  son los que  ascienden  por lo que el  nivel del torneo es mucho más duro y equiparado. Lo que se pretende es eso, que los clubes que tengan la suerte de subir no sientan la diferencia de nivel con los de Primera.

En la pasada edición  20/21 de la Liga Española y en ambas categorías, hubo un número importante de jugadoras argentinas en los equipos, ¿a qué considera que se debió este fenómeno?

MC- Creo que la posibilidad que muchas jugadoras vengan a jugar afuera se debe a que los clubes saben que las  argentinas, y las sudamericanas en general,  tienen esa sangre y esa garra que a muchos equipos les faltan.  A mí me pone contenta que las chicas argentinas puedan venir y, especialmente, disfrutar la experiencia de dedicarse de lleno a jugar y notar la diferencia del rendimiento y del provecho que sacas de esto, cuando allá no podés hacerlo porque debés trabajar. Yo he venido con 26  años a España y estaba liquidada físicamente y al día de hoy estoy mejor que cuando tenía dieciocho, entonces tan errada no estoy al pensar que la vida te cambia aquí y sobre todo si uno se considera profesional  las  24 horas del día, no sólo a la hora de entrenar sino que también referido al comportamiento,  al descanso, la alimentación. No es casualidad que uno llega a  esta edad disfrutando todavía de esto.

“En Argentina lo primero que te enseñan es a gambetear un conito cuando lo básico en el fútbol  es parar la pelota, perfilarse bien, control y pase y a eso lo aprendí de grande”

Recurriendo a su experiencia, ¿en qué escala de valoración internacional se encontraría la jugadora argentina?

MC- En el Mundial demostramos que estamos mejor de lo que pensamos y eso es gracias, en parte, a que  las chicas se fueron a jugar afuera. Al día de hoy no te puedo dar una valoración pero creo que esa escala no depende sólo de venir a jugar a Europa, sino que también que las que están o deben quedarse en Argentina cuenten  con los recursos necesarios, por parte de los clubes, para entrenar de verdad, como un equipo profesional  y  sintiéndose  importantes. En Argentina todavía se debe cambiar la filosofía y la metodología con la que se trabaja a la hora de entrenar.

Con la Selección  participó en los Mundiales de EEUU 2003, China 2007, Francia 2019, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y ganó la Copa América de 2006, ¿qué balance hace de su etapa en la misma?

MC- Cuando una es joven, en mi caso con 21 años y recién llegada de Santiago del Estero, por ahí no toma real dimensión de lo que es integrar la Selección,  va, entrena  y juega; pero a medida que vas madurando te quedas con muchas cosas. En mi período  en la Selección hasta el 2012, durante el proceso técnico de  Carlos Borrello, pasé  como desapercibida porque nunca pude demostrar lo  que el entrenador veía en mí, por lo que la tenía como algo  “pendiente” ya que me sentía en deuda con alguien que siempre había confiado en mí.  Pero al final cuando uno crece, tiene esa madurez de mejorar como jugadora y de mostrar algo que uno en ese momento no lo ve pero que con el pasar de los años te das cuenta que eso está dentro de uno, sólo que no lo saca. Cuando Borrello  vuelve al seleccionado en 2017  me sorprendió su llamado, más allá que manteníamos contacto y conocía mi trayectoria,  porque  pensé que era para  algún puesto en el cuerpo técnico pero  en realidad me quería para  volver a estar dentro de la cancha. Después de  mi entusiasmo inicial, me puse detenidamente a pensar si con 37 años estaba a la altura todavía de ser jugadora de  Selección y en  los entrenamientos me di cuenta que sí,  por lo que me puse a trabajar muy duro para estar en la lista  de la Copa América 2018 y en la del Mundial de Francia. Por suerte el Fútbol te da revancha y yo pude saldar la deuda que interiormente sentía que tenía con él, en especial  al dedicarle el gol que le marqué a Colombia en la Copa de Chile´18. Y lo de Francia qué puedo decir. Tal vez no estaba ni en mis planes  y ni soñaba con  poder  debutar contra un Japón, lo hice y si bien, por mi experiencia, sentía que podría  haber ingresado en el último partido ante Inglaterra  y él (Borrello) no lo vio así,  la verdad que le voy a estar  agradecida  porque jamás pensé que  a mi edad iba a poder volver a disfrutar de lo que es  un Mundial.

Por su experiencia y trayectoria dentro del Fútbol Femenino,  ¿qué consejos puede transmitirle a las chicas que quieren iniciarse en esta disciplina o que llevan sus primeros años en la misma?

MC- Les diría es que gracias al esfuerzo, la confianza y a la perseverancia que tiene uno, se llega a donde  de verdad se quiere estar. En mi caso que soy de Santiago del Estero,  muchas veces iba caminando o en bicicleta  unos 4 o 5 kilómetros  a entrenar y  eso no me importaba porque realmente me gustaba lo que hacía; mientras que a día de hoy noto que la gente está mucha más cómoda, no se sacrifica  y  que no tiene esa pasión que teníamos  antes. Es verdad que los tiempos han cambiado pero si no  se puede entrenar, busco alternativas y no perder el día. El cuidarse, la alimentación y el descanso son fundamentales pero uno debe sentirse  profesional no sólo porque le pagan  sino  que porque hace lo que le gusta. Siempre digo que hay que entrenar pensando en que quieres mejorar, progresar,  porque si uno se siente  bien internamente, lo que llegue después  va a ser porque realmente lo mereces.

Mariela Coronel y sus inicios en el Fútbol Fem de Argentina: Independiente de Avellaneda y San Lorenzo de Almagro

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