El granizo destrozó la mitad de la copa del árbol y horadó la corteza de su tronco, impidiendo la circulación de savia hacia la masa verde del ejemplar. Especialistas de la Universidad de Ciencias Agrarias harán una evaluación exhaustiva de su condición.

El violento temporal del 21 de Octubre comprometió seriamente la salud del Pino Histórico de San Lorenzo, informó hoy el Director del Complejo Museológico, Aníbal Fernández. La feroz pedrada destrozó casi la mitad de la copa del árbol y horadó la corteza de su tronco, impidiendo la circulación de savia hacia la masa verde del ejemplar.

El día posterior a la tormenta la Dirección del Complejo Museológico redactó un informe sobre los daños sufridos por el Pino, pero no fue sino hasta la semana pasada que el árbol comenzó a arrojar los primeros indicios que señalan que se estaría secando. “Nos preocupa porque las coníferas demuestran síntomas cuando la situación es prácticamente irreparable”, dijo Fernández.

El funcionario estimó que por ello la situación del Pino es “muy grave” y sostuvo que habrá que esperar por lo menos un par de días, hasta que supere la etapa de “stress”, para efectuarle algún tipo de intervención. “Hay que ser prudentes por el stress que está pasando el pino, porque si aplicamos una fertilización de forma anárquica y no planificada, podríamos matarlo. Hay que dejarlo evolucionar, ver cómo se manifiesta esa masa verde y entonces sí, actuar en consecuencia para incentivar su recuperación”.

Antes de esto, la conífera será monitoreada por especialistas de las cátedras de Ecología y Arboricultura de la Universidad de Ciencias Agrarias. Uno de los expertos que evaluará el estado general del Pino será el Ingeniero Eduardo Pire, fuente de consulta a nivel internacional.

La realización de un “injerto puente” desde uno de los hijuelos del Pino sería una de las alternativas más viables para salvar al ejemplar histórico, pero el meteoro destruyó también el retoño emplazado en su base y otro, de casi setenta años, situado en el patio del Complejo Museológico. Además, arrasó con una docena de hijos legítimos que iban a ser entregados a entidades el año próximo, arrancó de raíz dos ejemplares de tilo, un hijo de un ciprés y destruyó los fondos de la huerta del Convento San Carlos.

Visiblemente preocupado, Fernández lamentó el estado actual del árbol y se comprometió a realizar los esfuerzos necesarios para recuperarlo “en base a lo que de él ha quedado sano”. “El Pino es uno de los monumentos nacionales más importantes del país, es ícono de la historia y un mudo testigo de aquellos hechos de cuyo Bicentenario estamos a las puertas. Lo tenemos en terapia, con respirador y vamos a tratar de salvarlo con la ayuda de expertos que ya han trabajado sobre él”, culminó.