Se dejó en evidencia que la mayoría de los detenidos eran “perejiles”. Yamil Santis, el portavoz local de la empresa Peak Team Capital, que a todas luces parece ser un negocio ficticio, permanecerá en prisión hasta el 23 de diciembre. La investigación identificó a un superior responsable que es imposible de localizar: parecía estar en Los Ángeles, pero su dirección IP estaba registrada en China. Se estima que el perjuicio asciende a 23 millones de pesos y 35 mil dólares.
Después de que el pasado jueves siete personas fueran arrestadas por su supuesta participación en una estafa piramidal que afectó a aproximadamente 900 vecinos de Casilda, Santa Fe, el fiscal Juan Pablo Baños, encargado de la investigación, confirmó la detención de Yamil Santis, quien es conocido como el representante y vocero local de la empresa ficticia Peak Team Capital. Los demás sospechosos fueron liberados el viernes.
El 29 de noviembre de 2024, en la sala 1 de los Tribunales Provinciales de Casilda, se llevó a cabo una audiencia imputativa contra Yamil Santis, Rodrigo P., Alejo .P., Gonzalo A., L.MC.M., Agustín A. y Giuliana E.D.C., acusados de seis delitos de estafa en concurso real, en calidad de cómplices primarios y consumados, en un total de 36 hechos. El juez de primera instancia, Darío Pangrazi, formalizó la imputación y dictó prisión preventiva efectiva hasta el 23/12/24 para Y.S.
La Fiscalía podrá solicitar una prórroga después de este período. Para los demás imputados, se establecieron medidas alternativas a la prisión preventiva, que incluyen la libertad bajo fianza de 600,000 pesos, prohibición de acercamiento a las víctimas y restricción de salida de la provincia hasta el 29 de mayo de 2025.
El fiscal Juan Pablo Baños, de la Unidad Fiscal de Casilda, les atribuyó haber colaborado entre abril y octubre de 2024 con una persona que usaba un alias y que se comunicaba a través de WhatsApp (con número de Los Ángeles, California), que se conectaba mediante una IP detectada en Hong Kong, sin poder determinar su ubicación real. Esta persona se hacía pasar por representante de “Peak Capital Team”, una firma dedicada a las inversiones en bolsa a través del supuesto índice ASX30, que promovía la venta de inversiones con la promesa de altos rendimientos seguros.Ninguno de los imputados puede considerarse el cerebro de la estafa. Según la Fiscalía, todos fueron cómplices primarios
Los imputados desempeñaron roles activos en eventos públicos en Casilda, donde se alentaba a las personas a invertir, prometiendo grandes ganancias y sorteos atractivos, lo que generó confianza en el sistema. Yamil Santis se ocupaba de premios y pagos; Rodrigo P. de regalos; Agustín A organizaba los salones; Alejo P. y Gonzalo A se encargaban del sonido y catering; y Giuliana E.D.C. coordinaba la organización del espacio. Además, Santis ofrecía entrevistas en programas radiales para reforzar la imagen de confianza de la firma.
En estos eventos y a través de un grupo de WhatsApp creado el 27 de abril de 2024, donde participaron más de 800 personas, los imputados asesoraban a los inversores sobre cómo operar en la plataforma MGS Trade, alegando que sus estrategias eran calculadas por un equipo profesional. Sin embargo, todo esto se hacía con conocimiento de que no podían cumplir con las promesas financieras. En octubre de 2024, dejaron de pagar intereses y bloquearon el reintegro de capital a los inversores, lo que llevó a la pérdida de aproximadamente 23.707.000 pesos argentinos y 34.951 USD de 36 inversionistas, debido a la naturaleza transnacional del esquema y el uso de tecnologías avanzadas que complicaron el seguimiento de los fondos y la identificación de los responsables.
La organización se extendió a varias provincias por ejemplo en San Juan, la preocupación hubo más de 50 denuncias presentadas por las víctimas. Eduardo Otarola y Juan Sarmiento son dos de ellas, quienes formaban parte del grupo de inversión Peak Capital Team.
Eduardo Otarola, empleado en el sector de hidrocarburos, invirtió 2.800 dólares en criptomonedas, una suma que consiguió a través de un préstamo bancario que ahora le resulta imposible pagar. “Sé que no recuperaré mi dinero, pero quiero que la verdad salga a la luz para que no haya más víctimas”, comentó con preocupación.
Por su parte, Juan Sarmiento, un estudiante, relató que invirtió 600 dólares en la misma plataforma. “Todo estaba tan bien organizado que no te dabas cuenta de que era una estafa. La estructura en San Juan no levantaba sospechas. Para que te hagas una idea, había traders que también terminaron siendo víctimas”, agregó Sarmiento, destacando la complejidad del esquema.
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