El joven de 23 años murió atropellado por un conductor alcoholizado que huía de un control. Familiares, amigos y vecinos lo homenajearon con un acto cargado de dolor y memoria.

A dos años de la muerte de Santiago Calzada, la esquina de avenida Dorrego y Riccheri en San Lorenzo volvió a teñirse de amarillo y emoción. En el mismo lugar donde en junio de 2023 perdió la vida el joven motociclista de 23 años, su familia pintó por segunda vez la estrella que simboliza su ausencia, como parte de una jornada de homenaje y reclamo de justicia.

Santiago fue atropellado por Mauro Díaz, un conductor que escapaba de un control de alcoholemia en estado de ebriedad. El caso conmovió a la comunidad sanlorencina y dio inicio a una causa judicial que, según denuncia la familia, avanza con lentitud.

“Estamos todos todavía mal, yo creo que ese dolor no nos va a dejar nunca”, expresó entre lágrimas María, la madre de Santiago, en diálogo con la prensa. “Todavía lo espero. Me cuesta aceptar que no va a volver”, confesó, visiblemente conmovida.

El acto fue sencillo, pero cargado de significado: familiares, amigos y vecinos se acercaron para recordar a Santi, como lo llaman con cariño. La estrella amarilla, símbolo de las víctimas de siniestros viales, busca no sólo mantener viva su memoria, sino también concientizar sobre la responsabilidad al volante.

“El consuelo que me queda es pensar que Dios lo eligió para estar en el cielo, porque él era una persona especial”, concluyó María, agradecida por el acompañamiento constante de quienes lo conocieron y lo siguen recordando con amor.

Mientras tanto, la causa judicial continúa y la familia espera una respuesta concreta, aunque María reconoce: “Se lo encargo a Dios, que sea Él el juez”.