En un nuevo fallo se determinó que la causa por la quiebra de la Papelera Andino S.A. volverá a tramitarse en la Justicia en lo Civil y Comercial de la ciudad de San Lorenzo. La Papelera cambió varias veces de dueño y fue clausurada por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, dejándose de pagar los salarios. Esta situación derivó en juicios laborales, al tiempo que los trabajadores pidieron la quiebra ante un tribunal de la ciudad de San Lorenzo.
La empresa consideró que la quiebra debía tramitarse en Buenos Aires, donde aseguraba tener su sede. Sin embargo, para los trabajadores el único domicilio real de la papelera era la localidad de Andino. En tanto, para la Sindicatura desde la constitución de la sociedad el domicilio era en Buenos Aires.
Martín Bozicovich, abogado patrocinante de los trabajadores de la empresa fallida, advirtió sobre maniobra fraudulenta y denunció la competencia del tribunal porteño.
El juez del tribunal de Buenos Aires declaró su incompetencia. Sostuvo que “se trata de una aplicación del principio de la realidad del domicilio que la doctrina se ha encargado de destacar, y que surge como respuesta a la necesidad de prevenir las consecuencias que nacen cuando los estatutos fijan un domicilio totalmente simulado y ajeno a la labor de la administración y dirección”.
Por su parte, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial al confirmar la resolución de primera instancia afirmó que “es sabido que la competencia del juez que debe entender en el proceso universal, por cualquier causa que fuese e inclusive la territorial, ha sido invariablemente considera por la jurisprudencia como de orden público e improrrogable”.
“Solo en supuestos excepcionales, se ha resuelto que cede el principio del domicilio legal actual como determinante de la competencia”, añadió.
Ahora, las actuaciones se radicarán en el Juzgado en lo Civil y Comercial 2 de San Lorenzo.
En 2020, la papelera Andino despidió a 45 trabajadores, sumando un nuevo capítulo a la conflictiva situación que se remonta a 2014 donde la firma cerró, pero en 2016 se reactivó bajo el nombre de Nueva Papelera Santa Fe, pero por falta de insumos volvió a tener inconvenientes en el 2017, suspendiendo a parte del personal. Los problemas y las deudas de energía y gas llevaron a la empresa a solicitar la quiebra.
Fuente: Versión Rosario/Pregón
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