A menos de cuatro meses del inicio del ciclo lectivo 2026, más de veinte alumnos que finalizan séptimo grado se encuentran en lista de espera sin un lugar asegurado en las escuelas secundarias de la localidad tanto en la Agrotécnica como en el anexo de la escuela secundaria. Las familias, organizadas a través de grupos de WhatsApp y recuentos caseros, elevan su voz ante la falta de respuestas concretas y el riesgo que implica para sus hijos viajar a establecimientos fuera del pueblo. El 20 de diciembre se realizó el sorteo y más de 20 alumnos se quedaron sin cupo.

“No es un capricho”, recalca la madre de uno de los afectados. La principal preocupación es la seguridad: la ruta provincial que atraviesa Ricardone está colapsada por el tránsito pesado de camiones hacia los puertos, y el transporte público es deficiente o directamente inexistente. “Si vos enfocás la ruta, no cesan los camiones. No tenemos colectivo, no hay frecuencia, no hay transporte”, explica.

El riesgo no es teórico. El año pasado, varios estudiantes de tan solo 12 años fueron dejados varados en paradas alejadas o en la estación de Arroyo Seco cuando los colectivos no pudieron ingresar al pueblo, teniendo que regresar a pie. “Son chicos de 12 años, no nos olvidemos de esto”, insiste la mujer.

Las familias han presentado cartas y realizado visitas a la Comuna de Ricardone, hablando con autoridades políticas y con la coordinadora de Educación, quien fue docente de muchos de los niños afectados–, pero hasta el momento no han recibido una respuesta formal. “Más que una simple charla en la puerta de la comuna, una respuesta formal no tuvimos”, denuncian.

Desde el Ministerio de Educación, la supervisora Sandra Duarte solicitó un listado de los alumnos, lo que permitió el ingreso de cuatro alumnoss a la escuela NEXO 1548. Sin embargo, la incertidumbre continúa para al menos otros veinte.

Las autoridades educativas argumentan que deben esperar a que finalice la mesa de exámenes de febrero –prevista para el 27– para dar una solución. Pero las clases comienzan el 4 de marzo, dejando un margen de apenas cuatro días hábiles para notificar y organizar la escolaridad de los niños. “Es muy poco tiempo. Es una locura”, describe una de las mares afectadas.

Un problema recurrente

La situación no es nueva. El año pasado, el conflicto se resolvió mediante un fallo judicial de los Tribunales de Familia de San Lorenzo.Este año, las familias esperan no tener que llegar a la vía legal.

Mientras tanto, las familias se reunirán en las próximas horas para visibilizar el problema y buscar apoyo comunitario. “Creemos que si entre todos nos unimos, podemos hacer un poquito más de esfuerzo”, concluyen.

La consigna es clara y unánime: la solución pasa por que los chicos puedan estudiar en su pueblo, sin poner en riesgo su seguridad en una ruta intransitable y con un transporte público que hoy los deja literalmente en la banquina.

Fotos e información: gentileza Gonzalo del Pino