Fatiga, niebla mental y dificultad para respirar, entre los síntomas más comunes después del coronavirus

Las secuelas que quedan de la enfermedad son una importante fuente de preocupación en varias especialidades médicas. Un estudio reconoció 84 signos que continúan tras el contagio.

Además de los síntomas del coronavirus, las complicaciones post COVID-19 también son una amenaza para el bienestar físico y mental. Si bien los científicos y profesionales médicos están invirtiendo mucho tiempo en estudiarlas, investigadores que representan diferentes grupos de trabajos institucionales coinciden en que estos son los signos más frecuentes:

La fatiga

Las mujeres tienen aproximadamente el doble de riesgo que los hombres de sufrir fatiga persistente después de superar la fase aguda del COVID-19, según un estudio del hospital universitario St. James’s de Dublín (Irlanda) presentado esta semana en la revista Plos One.

Sin embargo, los pacientes con COVID-19 leve también pueden padecer fatiga y depresión, según pone de manifiesto un estudio realizado por investigadores del University College de Londres (Reino Unido) y que fue publicado en el ‘Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry’.

En ambas situaciones, la fatiga severa o la debilidad inexplicable se deben a que el virus genera debilidades en el sistema inmunológico y en el cuerpo en su conjunto. Por esta razón, los pacientes pueden seguir experimentando fatiga a largo plazo.

Este síntoma puede persistir en más del 70% de la población a las tres o cuatro semanas de haber tenido COVID-19 y, luego, este porcentaje va disminuyendo a lo largo de las semanas. Algunos estudios europeos muestran que luego de dos meses, un 50% de los pacientes puede persistir con fatiga.

Niebla mental


Fue descrita por los especialistas como un cuadro de problemas cognitivos que sobrevienen después de una infección por COVID-19, donde, por ejemplo, una persona ejecuta en cuatro horas, lo que antes podía hacer en dos, por falta de concentración y otros factores. Estos síntomas persisten durante meses y pueden acompañarse con ansiedad o depresión.

Los psiconeurólogos recomiendan mantener las ocupaciones habituales, hacer ejercicios, comer de forma saludable, escuchar música y armar rompecabezas, con la esperanza de que la niebla desaparezca lo antes posible.

Los expertos tampoco descartan que pueda ser parte de un síndrome postraumático (conocido como PTSD, por sus siglas en inglés) después de haber estado en terapia Intensiva o intubado.

Dificultad para respirar

Los cambios fibróticos pulmonares residuales pueden provocar una restricción de la actividad física. Se da por la dificultad para respirar debido a una función pulmonar disminuida, lo que resulta en una calidad de vida inferior.

La rehabilitación respiratoria es lo más indicado y tiene como objetivo, a corto plazo, aliviar la disnea y la ansiedad, mientras que, a largo plazo, se propone recuperar la máxima funcionalidad del paciente, mejorando su rutina y facilitando su integración en la sociedad.

Los expertos aclaran que se trata de personas que pueden quedar con algún grado de problemas funcionales: fibrosis pulmonar, dificultad respiratoria, oxígeno bajo en la sangre, que requieren un manejo especializado, como la oxigenoterapia, uso de corticoides y pruebas de diagnóstico especiales que deben verse principalmente por un especialista.

En busca de soluciones

Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford destacó áreas clave de la sintomatología post Covid. El objetivo fue analizar diferentes facetas de la recuperación, lo que puede no solo ayudar a identificar las causas del coronavirus prolongado, sino también los posibles tratamientos. Esta es la razón por la que el equipo de investigadores está deseando participar en un nuevo estudio iniciado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Steven Goodman, autor principal del estudio, cree que hay síntomas como fatiga severa, dificultad para respirar e incapacidad para concentrarse asociada con COVID-19 que no desaparecen. Si bien según él no se deben sacar conclusiones sobre la única causa de los síntomas, supone que se necesita realizar más investigación para determinarlo.

“Entonces, lo que no queremos es que las personas con niebla cerebral y dolores de cabeza vayan al neurólogo, y las personas con problemas cardíacos vayan al cardiólogo, y las personas con problemas pulmonares vayan al neumólogo. Probablemente tienen un mecanismo común”, dijo.

Según los informes, el equipo de investigadores localizó 84 síntomas diferentes en personas con “Covid largo”, incluidos trastornos del sueño y pérdida del sentido del olfato.

Si alrededor de un 70 por ciento de los que salen de un COVID-19 de moderado a grave muestran síntomas persistentes, se trata de una cifra altísima”, señaló Goodman en un comunicado de prensa de la Stanford. “La cantidad de síntomas que forman parte de lo que ahora se denomina COVID prolongado es asombrosa”.

Fuente: TN

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