La industria textil argentina enfrenta una alerta por la ropa importada desde China, que ya concentra más del 70% de las importaciones del sector. Según un informe de ProTejer, el ingreso masivo de prendas económicas y de baja calidad se ha acelerado debido a la desregulación del courier, menores controles aduaneros y el auge de plataformas de comercio electrónico. Este fenómeno genera preocupación entre los fabricantes locales, que advierten sobre el impacto negativo en la competencia y en el desarrollo de la producción nacional.

Según un informe de ProTejer, el fenómeno responde a factores como la desregulación del courier, la flexibilización de controles aduaneros y el auge de plataformas de comercio electrónico que permiten importar productos de manera simplificada. Entre enero y octubre de 2025, las importaciones de ropa desde China crecieron un 109% interanual, superando ampliamente el promedio general del sector, que alcanzó un 89%.

Ropa importada desde China presiona a la industria local

Plataformas extranjeras como Shein, Temu y AliExpress han facilitado la llegada de ropa importada desde China mediante envíos simplificados, sin la intervención de intermediarios locales. Este sistema permite la entrada rápida de prendas, reduciendo costos y sorteando controles que antes garantizaban estándares de calidad y seguridad.

El ingreso masivo de prendas afecta a comerciantes que cumplen con regulaciones locales y pone en riesgo la competitividad de la industria nacional. ProTejer advierte que la ausencia de certificaciones técnicas, etiquetado uniforme y controles sobre sustancias químicas genera un mercado desigual.

Para equilibrar la situación, se proponen medidas como el registro fiscal obligatorio para plataformas extranjeras y la aplicación de aranceles específicos a productos importados, siguiendo ejemplos internacionales como Francia, Estados Unidos y México.

Hacia una regulación del comercio digital transfronterizo

El eje del debate gira en torno a cómo regular el comercio digital internacional para proteger la producción local y garantizar la calidad de los productos. Argentina aún debe implementar controles efectivos que aseguren condiciones de equidad entre los bienes importados y los fabricados en el país.