El abogado de un grupo de trabajadores portuarios afiliados al Supa, Dr. Ricardo Silva, aseveró que la concentración y el paro dispuesto por otro grupo de trabajadores fue un acto político que dejó expuestos intereses gremiales y sirvió para lanzar una lista interna en el sindicato. Además, afirmó que con el paro de actividades se produjeron pérdidas millonarias. En una nota enviada a este medio, Silva vertió la mirada de los trabajadores que representa y no están de acuerdo con las acciones que se vienen llevando adelante por los trabajadores que se denominan autoconvocados.
«Quedó completamente expuesto el día de ayer, que el paro propuesto por un grupo de afiliados al SUPA, era ni más ni menos que una excusa para lanzar una lista interna.
Así como se lee, las millonarias pérdidas que se originaron al puerto, solo sirvieron para que un grupito de irresponsables pudiera dar rienda suelta a sus sueños y lanzarse a la política gremial.
Tratando de convencerse de que no son más que un puñado, tomaron las instalaciones del SUPA como propias y las llenaros con familiares y amigos (lo que de entrada no parece muy apropiado en plena cuarentena).
Pero fue así, un show, una puesta en escena, con música, micrófonos, oradores repartiendo críticas al gobernador y al presidente de la Nación, un verdadero acto partidario.
Juan Rojas (que jamás en su vida vio una pala) fue el primero en tomar la palabra, lamentando no poder comprar barbijos para los estibadores. Luego, Marcelo Vergara (quien no hacía más pedir por favor aplausos, ya que éstos nunca llegaron en forma espontánea). Por cierto, les hablaba a los miembros de su iglesia, a quienes sumó para que parezcan estibadores.
Recordemos que Vergara se hizo famoso cuando salió por televisión a reconocer que agarró del cuello a un compañero (un ejemplo de conducta cívica y democrática…)
Extraño que el reclamo sea que no hay más fondos para barbijos para “cuidar a los trabajadores”, cuando –contradictoriamente- se amontonan en un lugar cerrado y ponen en riesgo la salud de los asistentes. Peor aún es que gasten el dinero que supuestamente no tienen, en alquilar bombos y regalar remeras con el nombre de su lista estampado.
La toma del sindicato, no resiste el menor análisis. Las autoridades del SUPA –cuando finalmente reasuman- deberán tomar cartas en el asunto y aplicar las sanciones que prevé el estatuto. Y la Federación (que es sin duda la única entidad con autoridad hasta que aparezca el interventor) debiera inmiscuirse en forma urgente. Es cierto que el Ministerio demora la designación del interventor, pero más cierto aún es que Marcelo Urban (financiado por las empresas) está detrás de la maniobra.
Es simple: Los supuestos “trabajadores auto convocados” mandados por Urban, solicitan el urgente nombramiento de un interventor, pero el Ministerio no lo puede hacer, porque el propio Urban boicotea los movimientos internos. La falta de nombramiento genera caos (el paro supuestamente “auto convocado”) y el caos hace ver que la intervención anterior tenía todo bajo control y que desde que se fue, el puerto se tornó un desastre.
La única solución entonces es que vuelva el interventor Urban (por supuesto, no él personalmente, sino alguien bajo su mandato). Es tan obvio el ardid, que hace falta ser ciego para no verlo. Que se entienda bien: no se trata de que nombren un interventor, se trata que el interventor sea una persona de “ellos” y así, que las empresas se queden con un Sindicato que les responda cien por ciento.
No se olviden nunca cuando analicen el tema, que la intervención cerró una paritaria lastimosa para los trabajadores y lo peor, es que lo terminó de hacer cuando su mandato ya había finalizado. Más que nunca, reivindico lo que ya he dicho: El SUPA es de los trabajadores y de nadie más. Es hora de que los estibadores abran los ojos y no se dejen estafar por los cantos de sirena de las marionetas de Urban».
Ricardo Omar Silva – Abogado Mat. Fed. T. 403 F.695
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