Para los bomberos que realizaron las pericias, de haber habido un incendio tanto la víctima como el imputado deberían haber estado quemados en forma pareja y aseguraron que no hubo explosión
En las jornadas del juicio oral por el femicidio de Carolina Díaz, pasaron una docena de testigos ofrecidos por la Fiscalía; entre ellos policía, médicos ambulancistas que trasladaron a Luis Grandi al Sanatorio Parque, vecinos, las hermanas y la madre de la víctima.
Todos los relatos coinciden en varios puntos en común: los vecinos ingresaron a la casa de Islas Malvinas al 4200 al escuchar el grito ¡No! y el pedido de ayuda de los hijos de la víctima; y se fueron avisando entre ellos para llegar a la casa de Carolina. El olor a nafta era muy fuerte y por la puerta de ingreso pudieron ver a Carolina bajo la ducha quemada en sus piernas y desnuda mientras y a Grandi a su lado. Su hermana Jaqueline y unas vecinas la envolvieron en una sábana mojada y la trasladaron en el auto de un vecino porque la ambulancia no llegaba y llevaron a Carolina, y a su pareja al Catalina Salomón.
Los vecinos señalan que Grandi tenía quemaduras superficiales y que se quejaba del dolor y que Carolina le dijo a una de las mujeres que llegó que le avisara a la madre. Todos respondieron que sólo Carolina estaba quemada, su ropa y una palangana pero no en forma completa. Las tres motos, los bidones en los que trasvasaban combustible y el embudo, estaban intactos. También la media sombra que estaba en el lugar donde estaban los rodados, los muebles y el resto de la casa no habían vestigios de incendio. Un albañil amigo de la familia y que había trabajado en la casa de la víctima observó un encendedor en el lugar. Otro vecino acotó que le preguntó a Grandi que había pasado y que éste le respondió ” me dijo que estábamos cargando combustible y nos prendimos fuego”
A Carolina la trasladaron con código rojo al HECA y a Luis Grandi en ambulancia al Sanatorio Parque. Los médicos ambulancistas que tuvieron contacto con el imputado declararon en el juicio, también una policía que al indagarlo al imputado sobre lo sucedido, éste le respondió que se había quemado asistiendo a su mujer, mientras que otro médico declaró que Grandi atinó a decirle “bidón de combustible”.
Uno de los médicos de la ambulancia de Amce que trasladó a Grandi, al ser consultado sobre lo que le dijo éste sobre lo ocurrido, respondió que “estaban trasladando combustible nafta a un bidón y se prendió fuego. Luego la querella le consultó al profesional si en el traslado al sanatorio había preguntado por Carolina, y señaló que no.
La declaración de dos bomberos Zapadores de la URXVII con ambia experticia en investigación de incendios fueron contundentes: Esteban Giménez quien lleva realizadas 393 pericias en el circuito judicial relató que llegó cerca de las 18 horas del 19 de febrero de 2021 y que le llamó la atención lo limpio que estaba el lugar y que no había rastros de incendios, no había nada fuera de lugar, ni siquiera en la media sombra estaba quemada y que el piso estaba húmedo como si hubiese sido baldeado. Que encontró un pedazo de vidrio como si fuera un plato, pero que no pudieron concluir que haya habido allí un incendio.
Explicó ante las consultas del bloque acusatorio que si se hubiesen combustionado los gases, los bidones deberían haber estado quemados, si el gas se combustionó por cualquier chispa, ( como la de un encendedor), los bidones se deberían haber quemado.
“Las motocicletas estaban estaban dentro de la pieza y no tenían rastro de incendio o flamazo o combustión. Estaban quemadas las zapatillas, palangana y prendas; una remera, una calza, zapatillas, la derecha la mas afectada con un acelerante líquido y la palangana combustionada de dos costados y puede que haya tenido vestigios de combustible”, indicó.
También explicó que para que se produzca un incendio, se necesita oxigeno, un combustible; se puede presumir que haya hidrocarburo “y la fuente de ignición que es lo que nos falta, porque no encontramos nada. No encuentro vestigios dentro de la habitación, deberíamos encontrar las dos zapatillas parejas, rastros en la moto, en la media sombra, por la combustión. Si fuese una explosión debería haber una importante combustión de gas y los dos personas deberían bastante parejas en las quemaduras”, situación que no ocurrió porque de las declaraciones de los médicos se desprende que mientras Carolina tenía el 80% de su cuerpo quemado, desde las piernas, abdomen, mama, y manos, su pareja sólo tenía quemaduras en los brazos y en el rostro.
“Podemos ver siendo objetivos en qué sentido fue ( el incendio) por las marcas y lesiones, el sentido es sobre el lateral derecho donde está mas afectada la parte baja donde hay disminución de masa corporal; se puede ver el músculo de la pierna, que coincide con la zapatilla mas quemada y que fue de derecha a izquierda; la pierna izquierda está quemada de la parte interior, lo que condice que el fuego vino desde la derecha, la bombacha está sana del lado izquierdo y del derecho quemado, lo mismo con los brazos y las piernas. La persona se quema más de la derecha a izquierda y de derecha hacia arriba. Las quemaduras llegaban hasta el mentón”, analizó el bombero.
Y añadió: “No me da la pauta que haya sido una explosión de gases, si me da el uso de un acelerante antes de que se prendiera fuego, del lado derecho y de las piernas.. Si estuvieron las dos personas dentro de la habitación, las dos personas se quemarían en el lugar en la zona más baja. Ese vapor está en la zona baja y pareja, la cantidad de gas acumulada debería haber quemado cortina, media sombra y motocicletas”.
Además precisó que si Carolina hubiese encendido un cigarrillo, suponiendo que tenia acelerante, se hubiera quemado primero la mano y si hubiese usado un encendedor cerca de la cara estaría quemada y la parte externa de la mano, lo que no ocurrió.
Por su parte, el bombero Edgardo Espíndola planteó que el líquido fue arrojado de frente sobre el costado derecho de Carolina y que se utilizó la palangana y el elemento con que se dio la ignición, como el encendedor hallado, y explica que si ella se hubiese encendido un cigarrillo como declaró el imputado, los gases deberían estar cerca de la cara y esta parte hubiese sido la más afectada, la remera y el corpiño, que solo estaba quemado en la parte derecha”.
Espíndola también estuvo a cargo de la reconstrucción del hecho que se realizó en un campo donde incendiaron un maniquí: “Pusimos combustible en una palangana chica rociamos al maniquí y usamos una antorcha para generar el foco ígneo. El maniquí estaba con prendas de vestir similares a las que usaba la víctima, pudimos observar a pesar del viento, que en un ambiente cerrado hubiese sido en las mismas condiciones de lo que sucedió. Las quemaduras se produjeron en piernas, torso y brazos y en un lugar cerrado hubiese sido el mismo. Si o sí hacía falta un acelerante para que se prenda fuego”.
Agregó que “Si hay dos personas en un lugar y tengo acumulación de gases, al expandirse lo hace hacia todas las direcciones y los dos hubieran tenido los mismos daños y que otros sectores de la casa se hubieran quemado o hubieran quedado marcas”.
La querella, leyó el informe de los bomberos sobre la reconstrucción del hecho en el que señala que “Basándonos en los elementos objetivos podemos arribar a una hipótesis donde el líquido combustible nafta habría sido arrojada desde el frente hacia el costado derecho de Carolina, y en cuanto al victimario nos indica que se encontraba el frente y al derecho de la víctima cuando empezó el fuego”. Esta conclusión fue ratificada por el bombero.
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