La brecha persistente entre los precios de los alimentos y el valor del dólar

A pesar de la desaceleración económica, los precios de los alimentos continúan superando tanto al dólar oficial como al financiero. Esta disparidad se ha mantenido en los últimos 5 años, mientras que la actualización de tarifas de servicios públicos ha quedado rezagada.

El proceso de corrección de precios relativos implementado por el Gobierno ha tenido un impacto parcial hasta el momento. Si bien los precios de servicios como tarifas y prepagas se han ajustado para compensar el aumento acumulado de la inflación, en algunos casos este ajuste ha sido percibido como excesivo, como en el caso de la medicina privada, según el propio ministro de Economía, Luis Caputo.

La inflación ha sido significativa, acumulando un aumento considerable en el último año. Además, los precios de los bienes han superado tanto el nivel general de inflación como el valor del dólar contado con liquidación (CCL), además del oficial.

El economista Salvador Vitelli ha analizado cómo han cambiado los precios de alimentos y bebidas en relación con el valor del dólar oficial y del dólar CCL durante los últimos 5 años. Descubrió que los precios de estos productos han subido mucho más en comparación con el dólar oficial que con el dólar CCL. Esta tendencia también se observa en otros productos, donde los servicios muestran un retraso aún mayor en su ajuste de precios.

La pregunta clave ahora es si la desaceleración de los precios de los alimentos será suficiente para corregir este “adelanto”. Esto podría requerir un proceso de “deflación” en la categoría. Sin embargo, hasta el momento, los bienes han reaccionado de manera más rápida y agresiva a la inflación que los servicios, dejando rezagados a los primeros.

A pesar de la desaceleración económica, persiste la brecha entre los precios de los alimentos y el dólar, tanto oficial como financiero. Aunque el Gobierno ha intentado corregir esta disparidad, la inflación sigue siendo significativa. La pregunta clave es si la desaceleración de los precios de los alimentos será suficiente para corregir esta discrepancia en el futuro.

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