La captura del narcotraficante Waldo Alexis Bilbao: un operativo de película en el piso 18 de El Palomar

El secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, confirmó que el hombre, que era el tercer delincuente más buscado de la provincia, “había adaptado la construcción dentro del mismo departamento donde vivía, con un lugar pensado como escondite que no llegó a utilizar”.

El viernes por la noche, durante un operativo a cargo de la Unidad de Acciones Especiales de la Provincia, dependiente de la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales (Ciope), con apoyo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía de Santa Fe, se logró la detención de Waldo Bilbao, considerado uno de los prófugos de alto perfil más buscados por la Provincia y sobre el que pesaba una recompensa de 50 millones de pesos.


“Se encontraba en el tercer puesto de la lista de los más buscados”, recordó el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira en conferencia de prensa este lunes, donde detalló que la aprehensión, en el domicilio de Colón al 1200, se dio “a través de una causa del fuero federal de la Ley de Estupefacientes (tramitada en el Juzgado N°3 de Procunar) y se lo venía investigando, haciendo seguimiento y analizando resultados, por lo que llegamos a determinar el lugar donde se encontraba”.


Durante el allanamiento, Bilbao intentó esconderse en un habitáculo de pequeñas dimensiones, pero fue rápidamente reducido por los efectivos. “Había adaptado la construcción dentro del mismo departamento con un lugar que oficiaría de escondite que no llegó a utilizar”, reconoció Pereira, quien a su vez subrayó que personas como Bilbao “tienen toda la experiencia y las medidas para evitar ser reconocidos y es muy probable que tuviera una vida recluida con su familia en su departamento”. Y aseguró que “las zonas más pobladas terminan siendo las más aptas para esconderse”.

La investigación

La captura de Waldo Alexis Bilbao (45), presunto cabecilla de una organización narco, ocurrió el pasado viernes en un departamento del piso 18 de uno de los monoblocks de barrio Martín, en El Palomar, en un operativo con detalles propios de una película policial. Su detención fue el resultado de un minucioso seguimiento realizado por la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales (Ciope) a su pareja, Guadalupe Torres Servín (33), quien se encontraba bajo arresto domiciliario y resultó clave para localizar al prófugo.

Torres Servín, acusada de ser prestanombre de la organización de Bilbao, cumplía su arresto en el hogar al cuidado de tres menores. Por orden del juez federal Eduardo Rodrígues Da Cruz, los agentes provinciales iniciaron a finales de enero una vigilancia estrecha sobre sus movimientos y comunicaciones telefónicas —que previamente habían logrado intervenir—, luego de que una serie de atentados con notas mafiosas mencionaran su apellido.

La dificultad del operativo radicaba en la ubicación del departamento, situado en el piso 18. Para superar este obstáculo, los efectivos encubiertos desplegaron una estrategia casi cinematográfica: desde un vehículo estacionado en la vía pública con un techo corredizo de vidrio, utilizaron binoculares de largo alcance. Por turnos, se reclinaban en los asientos para mantener una posición discreta y obtener una visual clara del frente del edificio.

Durante semanas, Torres Servín fue observada realizando sus actividades cotidianas: yendo al supermercado o llevando a sus hijos al colegio, siempre sola. Sin embargo, una solicitud telefónica de pastillas anticonceptivas que hizo a una farmacia encendió las alarmas: para los investigadores, era señal de que Bilbao podría estar oculto en el interior de la vivienda.

La sospecha se confirmó el jueves, cuando los agentes avistaron desde su puesto de observación la silueta de un hombre robusto en el balcón del departamento. Aunque no había certeza de que fuera Bilbao, la información fue elevada de inmediato al juzgado federal, que autorizó un allanamiento para la noche del viernes. La operación fue ejecutada en conjunto por la Ciope y la Tropa de Operaciones Especiales.

Al ingresar al departamento, los uniformados se dirigieron al baño y detectaron un ruido proveniente de una puerta metálica lateral. Al abrirla, encontraron a Bilbao al otro lado. El presunto narcotraficante, que padece hipertensión, sufrió un pico de presión en ese momento, lo que llevó a su pareja a buscar un tensiómetro para chequear su estado.

Posteriormente, los agentes registraron el inmueble y incautaron tres teléfonos celulares pertenecientes a los hijos de la mujer. Cuando Torres Servín afirmó no saber dónde estaba su propio dispositivo, este comenzó a sonar: lo había ocultado dentro de la caja del tensiómetro. El teléfono de Bilbao, por su parte, fue hallado escondido debajo del lavarropas, en el mismo baño que servía de refugio cada vez que Gendarmería realizaba verificaciones en el domicilio —aunque se presume que no siempre subían hasta el piso 18—.

Causas

Según las investigaciones, Bilbao integraba una organización narcocriminal liderada por su hermano Brian, quien continúa prófugo. En ese esquema, el detenido habría sido el encargado de administrar parte del dinero obtenido del tráfico de drogas y de blanquearlo a través de distintas actividades económicas. “Está involucrado en una causa por traslado de estupefacientes desde Bolivia y es dirigida al exterior”, detalló Pereira.
Bilbao integraba la nómina de prófugos de mayor prioridad de captura en la provincia y fue trasladado de manera inmediata a la cárcel de Piñero. “Es un detenido federal por lo que estimamos que en los próximos días, la Justicia Federal lo trasladará al servicio penitenciario federal”, reconoció Pereira.

El Programa Recompensas, impulsado por el gobernador Maximiliano Pullaro, busca reducir los niveles de violencia y la impunidad, para lo cual propone el ofrecimiento de un monto de dinero para aquellas personas que puedan aportar datos para dar con los autores de homicidios que no fueron esclarecidos desde el año 2014 a la fecha.
El secretario de Seguridad Pública valoró los resultados que la iniciativa está dando y aseguró que “hoy vamos a actualizar la lista y los montos”.
Cabe señalar que la identidad de quienes brinden información y sean adjudicatarios de la recompensa, será mantenida en secreto antes, durante y después de finalizada la investigación y/o proceso judicial.

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