Durante el último mes, el sector de la yerba mate ha experimentado una caída drástica en sus ventas, alcanzando su nivel más bajo desde 2018. Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los despachos desde los molinos al mercado interno se redujeron un 30%, marcando una clara diferencia con el mismo período del año anterior.

Esta disminución en las ventas ha generado inquietud entre los empresarios del sector, quienes se han visto obligados a tomar medidas para hacer frente a la situación. Algunas de las principales compañías del rubro han optado por reducir los precios de sus productos hasta en un 20%, en un esfuerzo por mantener su participación en el mercado.

Ante la falta de regulaciones, los precios han variado considerablemente, con algunas industrias primero manteniéndolos y luego reduciéndolos mediante agresivas promociones. Un ejemplo de esto es la oferta de yerba Amanda, que se encontraba a 2899 pesos el kilo en una promoción, en comparación con su precio regular de 4350 pesos.

Además, los pequeños productores yerbateros, que suman aproximadamente 12.500 en total, enfrentan desafíos adicionales. A pesar de los aumentos en los costos de producción, el precio pagado por el kilo de hoja verde apenas ha variado en los últimos meses, lo que afecta significativamente su rentabilidad y los obliga a recurrir a medidas financieras desfavorables para mantenerse a flote.