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Marcharán por Brenda y su hija por nacer Cataleya asesinadas a balazos el pasado sábado

Hoy viernes se realizará una marcha por Brenda Sandoval y su bebé de 5 meses que estaba gestando, quienes fueron asesinadas a disparos el pasado sábado por al menos tres personas que se movilizaban en una camioneta Eco Sport de color roja.

La movilización será a las 19, en la esquina de los bancos ( Urquiza y avenida San Martín) donde participarán también familiares de víctimas de hechos de inseguridad.

Brenda Sandoval, tenía 25 años y fue apuñalada y acribillada de seis balazos el sábado a la noche en su casa de Vilcapugio al 600. “Sigo de pie para conseguir justicia, para que mi mujer y mi bebé descansen en paz”, dijo a los medios Franco Moreira, la pareja de Brenda.

Aún no hay personas detenidas y se desconoce el informe de la autopsia de la mujer quien estaba embarazada de Cataleya. Tampoco puede explicar aún cuál fue el móvil por el cual, subraya, le “destruyeron la vida”. Los asesinos no dijeron una sola palabra y no se llevaron absolutamente nada de su vivienda. “Solo fueron a matar”, afirmó Moreira.

El ataque los tomó desprevenidos pasadas las 21 del sábado. Brenda estaba preparando la cena y Franco se encontraba en el fondo de la propiedad, donde vive su papá, cocinando un pollo al disco, cuando escuchó las detonaciones.

Cuando se oyeron las detonaciones, la familia pensó que se trataba de hinchas de Rosario Central por el partido con River Plate por la Copa de la Liga Profesional del fútbol argentino. Pero eran disparos.El primero en llegar a donde estaba la víctima fue su hijo de cuatro años, que estaba jugando en el patio. De hecho, fue testigo de los últimos disparos que realizaron los atacantes, pero con su inocencia describió: “Nos dijo que vio fuegos artificiales”. “Él fue el primero en ver a su mamá, estaba llena de sangre”, apuntó Moreira.

Franco entró a su casa por la puerta de atrás. «Vi un humo terrible, pensé que había explotado algo ahí o que se quemaron los cables», señaló.

Su mujer estaba agonizando. Había recibido al menos seis balazos en el pecho. «La vimos en un rincón a ella tirada, llena de sangre»Brenda Sandoval (25) y Franco Moreira (31) iban a ser papás de Cataleya en 2024.

«Por favor, ayudame que me muero, no puedo respirar«, le rogó la embarazada a su pareja. «Como la vimos que se desangraba, la cargué en la chata y la llevamos al hospital de San Lorenzo. Yo manejaba y el primo tapaba las heridas con un trapo», agregó Franco.

La joven embarazada, que esperaba para fines de febrero o principios de marzo a su primera hija con Franco, fue trasladada por sus propios familiares al Hospital de Granaderos a Caballo de San Lorenzo con al menos seis heridas de arma de fuego en la zona del pecho y heridas de arma blanca en el abdomen, una pierna, la cara, el cuero cabelludo y un brazo. Pero no sobrevivió el trayecto.

Según la causa, a cargo de la fiscal Natalia Benvenuto, Brenda Sandoval fue atacada por dos o tres sujetos que habrían llegado en un Ford Ecosport rojo que horas después del crimen fue encontrado abandonado en la estación YPF de Arroyo, pero nadie se encontraba en el vehículo.

El testimonio de los vecinos ayudó también a reconstruir cómo fue el accionar de los delincuentes. “Uno abrió las rejas, entró y se ocultó detrás de la puerta de entrada, y el otro golpeó con las manos”, contó a este medio el esposo de la mujer asesinada. Y completó: “Cuando ella abre le disparan a quemarropa los dos”.

“A cualquiera que abriera la puerta iban a matar”, sostuvo con impotencia el hombre, convencido de que ellos no eran el verdadero objetivo de los sicarios. “Somos personas trabajadoras, no tenemos problemas con nadie”, subrayó.

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