Masacre en Río de Janeiro: más de 130 muertos tras el operativo contra el Comando Vermelho

Una operación policial sin precedentes en las favelas de la Penha y el Alemão dejó más de un centenar de víctimas fatales y escenas de horror. Los vecinos hallaron decenas de cuerpos y los acumularon en las calles. El gobierno defiende el accionar de la fuerza y la Defensoría Pública denuncia una violencia estatal “nunca vista”.

Río de Janeiro atraviesa una de las jornadas más sangrientas de su historia reciente. Una megaoperación antinarco lanzada el martes contra el Comando Vermelho, la principal organización criminal de la ciudad, derivó en una masacre con al menos 132 muertos, entre ellos cuatro policías, según confirmó este miércoles la Defensoría Pública del estado de Río de Janeiro.

La intervención policial, desplegada en los complejos de la Penha y el Alemão, contó con la participación de 2.500 agentes y más de 30 vehículos blindados. El objetivo era ejecutar 100 órdenes de detención contra miembros del Comando Vermelho, pero las acciones derivaron en tiroteos, incendios y escenas de guerra urbana.

El saldo oficial fue inicialmente de 64 muertos, pero el número creció a medida que los vecinos comenzaron a buscar a sus familiares desaparecidos. En la mañana del miércoles, más de 60 cadáveres fueron encontrados en zonas boscosas y trasladados por civiles hasta una plaza pública, donde quedaron tendidos uno al lado del otro, a la vista de todos.

“Es una violencia estatal nunca vista”, denunció la Defensoría Pública, cuyos funcionarios acompañaron las tareas de búsqueda y la identificación de los cuerpos en los institutos forenses. El organismo aseguró haber recogido testimonios de familiares y sobrevivientes para contribuir a una respuesta institucional ante la magnitud del operativo.

El gobernador Cláudio Castro defendió la acción policial y afirmó que los sospechosos “fueron abatidos tras reaccionar contra los agentes”. Sin embargo, reconoció que el número de fallecidos “seguramente cambiará” con el paso de las horas.

Durante la operación se produjeron bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, el cierre de escuelas y centros de salud, y la suspensión del tránsito de un centenar de líneas de autobuses. Los comercios permanecen cerrados y gran parte de la ciudad se encuentra paralizada.

El gobierno estatal informó además la detención de 81 sospechosos, la incautación de 93 fusiles y media tonelada de drogas. Las autoridades señalaron que los narcotraficantes respondieron con drones armados con explosivos, un hecho inédito que el propio Castro calificó como “narcoterrorismo”.

El Comando Vermelho (CV), surgido en los años 70 dentro de las cárceles de Río de Janeiro, fue durante décadas la organización criminal más poderosa del país. Aunque debilitado por la acción policial y por la aparición de grupos rivales como el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Terceiro Comando Puro (TCP), el CV mantiene el control en amplias zonas de las favelas cariocas.

La ciudad amaneció este miércoles en shock, con las calles vacías y las escuelas cerradas. La recuperación e identificación de los cuerpos continúa, mientras la sociedad brasileña exige explicaciones y justicia ante una de las operaciones más letales jamás registradas en el país.

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