En cada canchita de barrio. En cada potrero del mundo, allí donde se junten unos pibes a patear estará la chispa eterna que mantenga vivo al fútbol. Y a su vez mantenga el espíritu de Diego Armando Maradona… Murió Maradona este 25 de noviembre de 2020, y aunque muchos creen que el fútbol también murió, hoy comprobé que no es así.
Por Darío Germán Barone.- Hace varias horas que tengo una catarata de pensamientos y cosas para contar sobre la muerte (y la vida) de Diego Maradona. Aplastados todos por la abrumadora noticia que llegó. Y que todos sabíamos que iba a llegar, pero teníamos la esperanza de que demore eternamente su llegada. Murió el Diego!!! Todos los medios modificaron sus programaciones desde el medio día de ayer para cubrir la mala nueva. Estallaron las redes sociales con mensajes de todo tipo, en general, con muestras de agradecimiento a lo que fue Maradona dentro de una cancha de fútbol.
No me sale nada hoy. Y eso que no me considero un fanático maradoniano. Por el contrario, debo ser uno de los pocos futboleros mayor de 40 años (festejé 44 marzos) que no tiene a Maradona como ídolo. Mis ídolos en el fútbol pasan y pasaron por otro lado. Aunque tuve claro en todo momento que Maradona, tal vez, haya sido el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos. Siempre entendí que «el Diego» era mucho, muchísimo más que un futbolista. Era un emblema, una bandera, un símbolo de la argentinidad, con todos los defectos y con todas las virtudes. Por eso quise tanto a Maradona. El combo completo, a Diego con todo lo bueno y con todo lo malo.
Por eso me cuesta mucho escribir, son las 2 de la madrugada del 26 de noviembre, apenas 13 horas después de la noticia nefasta. La información que conmocionó al mundo, no solo a la Argentina. Entre todo lo que escuché por estas horas agarro la frase: «La muerte de Maradona es como la muerte de un Papa»… Fuerte, pero salvando todas diferencias, no es del todo descabellada la comparación…
Veamos, el fútbol en términos de sentimientos y de movilización fanática y popular, tiene miles de millones de fieles a lo largo y ancho del planeta. Fieles activos de lunes a lunes las 24 horas. Hasta me atrevo a decir que el fútbol tiene más fieles incondicionales que cualquiera de las religiones del mundo. Por eso, para la religión del fútbol, Maradona es como el Obispo de Roma… Y la muerte del Diego es como la muerte de un Papa… Que sé yo, como la muerte de Juan Pablo II, por nombrar a uno (me parece que me quedo corto). Vuelvo a salvar las diferencias, para que no se ofenda nadie… (Entre nosotros, y en voz baja… ahora que lo pienso un poquito más, conozco a más personas que se alejan de la religión que personas que se alejan del fútbol).
He leído también «murió Maradona, hoy murió el fútbol». Como metáfora no está mal… Pero me pasó algo que me movilizó ayer por la tarde. Mientras pasaba manejando vi a unos chicos. Un puñado de pibes, en una canchita de barrio. Dos de ellos caminando enfrentados cuál duelo del lejano oeste (haciendo el famoso pan y queso para elegir), paso a paso para elegir a sus compañeros… Murió el Diez pensé, pero esto es una señal…
Murió Maradona pero el fútbol no murió… Definitivamente no comparto la apreciación de que hoy murió el Fútbol… No señor, tal vez, y solo tal vez, murió hoy el mejor jugador de todos los tiempos… El qué más cosas generó en los demás… Pero el fútbol no murió hoy…
En la canchita de la esquina de Luis Braile e Ingeniero White, límite entre los barrios José Hernández y Moreno de San Lorenzo, tuve la necesidad de fotografiar a estos pibes que se estaban preparando para jugar a la pelota. Me hubiese gustado también tener la edad de ellos para prenderme y jugar también.
En un potrero, ni más ni menos que en un potrero… Y en un día gris y con lluvia, salió el sol. Los chicos seguirán jugando al fútbol o a la pelota, que no es lo mismo pero es igual… Aunque al medio día se murió Maradona, a las 17:10 del 25 de noviembre de 2020 entiendo definitivamente que el fútbol no se murió. Y que cada pibe que empiece a jugar al fútbol le rendirá homenaje a Diego… Y a Di Stefano, a Housemann, a Pedernera, a Varallo, a Labruna, al Trinche Carlovich y todos los demás, de acá y de allá… O cualquier jugador que ya no esté, haya nacido en la parte del mundo que sea…
Murió Diego Armando Maradona… y hoy, la verdad, no se cómo escribir algo que valga la pena… Disculpen pero hasta acá llegué.
Qué opinas?